Coraline

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Esta es la historia de una madre y sus tres hijos, María, Ana y Raúl. Estaban paseando por el centro de su ciudad cuando un escaparate llamó la atención de María.

-¿Mamá me puedes comprar esa muñeca?- Pregunto la inocente María

-No, hija esas cosas cuestan un ojo de la cara y seguro que después la olvidas y no juegas con ella- Dijo la madre decepcionada.

-Pero mamá está en oferta y vale 10€- Exclamó María con ilusión.

-Bueno vale, pero si no la usas vas tú a tirarla al vertedero- Respondió la madre.

Entraron los tres a la tienda y un amable vendedor apareció de detrás del mostrador.

-Supongo que habéis venido a por la pequeña Coraline- Dijo refiriéndose a la muñeca.

"De pequeña no tiene nada" pensó María. Un segundo después el vendedor se dirigió hacia la muñeca y la familia lo siguió.

-En el escaparate pone que cuesta 10€. ¿Es eso cierto?- Pregunto la madre.

-Si, así es señora- Respondió el vendedor.

-Entonces nos la llevamos- Exclamó con alegría la madre.

La compraron y la llevaron a casa. La muñeca era grande, por lo menos 1 metro y medio, casi como María. La ropa era antigua, un poco desgastada y decolorada. Y por último la cabeza, era muy guapa con una sonrisa y dientes perfectos, el pelo rubio, largo, suelto y con flequillo.

Cuando llegaron a casa María se llevó a Coraline a su cuarto y estuvo horas jugando con ella hasta que su madre le llamo para merendar. María se llevó a la muñeca y estuvo jugando a hacer té, cuando la muñeca dijo.

-Me encanta el té que has preparado- María pensó que la muñeca tenía un mecanismo para hablar y no le hecho mucha cuenta.
-¿A que está muy bueno?- Dijo María.
-Si- Contesto la muñeca con la voz grave y distorsionada.
María se asustó mucho pero recordó que era una muñeca muy antigua y pensó que el mecanismo se estaba desgastando con el tiempo.

Al día siguiente, Ana, quiso jugar con Coraline. Aunque le gustaba mucho no podía dejar de sentir una especie de energía que salía de la muñeca.
Ana pensó que era solo una sensación como aquella vez que tuvo una corazonada de que María se caería por las escaleras y al final no pasó nada.
Ana paso todo el día jugando con ella pero en ningún momento le hablo.

Después de un día, Raúl, pensó en verla un poco más de cerca. No le parecía bonita pero tenía su encanto, además le daba miedo ya que en la oscuridad solo se le veían sus grandes mofletes sobresaliendo de la oscura cara.

Todos se sentaron a comer y a hablar.
-¿Hos ha hablado Coraline?- Pregunto María.
-No- Contestaron confundidos Ana y Raúl a la vez.
-Yo creo que no deberíamos de haberla comprado- Dijo Raúl.
-¿Por qué?- Pregunto Ana casi al instante.
-No sé me da miedo- Contesto en voz muy baja Raúl, como si no quisiera que la muñeca al otro lado de la habitación le escuchará.

Raúl se despertó feliz pero la muñeca estaba sentada en los pies de su cama. Pensó que era una de esas bromas de María, pero seguía dormida.
Cuando se despertó María le dijo a Raúl que si había sido el. Entonces creyeron que fue Ana.

Fueron a desayunar cuando se dieron cuenta de que la muñeca estaba sentada en la mesa. Raúl y María se empezaron a preocupar por la muñeca, Ana, llegó a la cocina segundos después y sin saber nada empezó a jugar con la muñeca.

-Ana, no la toques- Le dijo Raúl preocupado.
-¿Por qué?- Pregunto Ana.
-Se mueve sola por la casa- Dijo Raúl.

En ese momento a Ana se le cayó la muñeca de las manos, todas la ventanas, puertas y persianas se cerraron de golpe todas a la vez.
Ana empezó a reírse con la voz grave y distorsionada, le salia sangre de los ojos y empezó a levitar a unos dos pies del suelo.

-¡Ana para!- L grito María asustada.
-🎶Vuestra madre se hundió y con su coche se cayó 🎶- Cantó Ana con esa voz terrorífica.

Entonces todo paro, las puertas, las ventas y las persianas se abrieron, Ana cayó al suelo y la muñeca no estaba allí. No sabían donde estaba, pero no querían saberlo.

Esa misma noche pensaron en hacer un exorcismo, cuando vieron en las noticias que la madre se había caído de un puente conduciendo. La canción era real.

Todos mientras lloraban no sabían que hacer llamaron a sus abuelos desesperadamente para que fueran allí con ellos, pero tardaban diez horas porque estaban en Galicia de vacaciones.

Empezaron el exorcismo que habían buscado por Google y sorprendentemente tenían todo ya que su madre era muy religiosa.

Un crucifijo, agua bendita, cubiertos de plata y sangre.

Empezaron poniendo la muñeca en el suelo alrededor de unas velas que estaban encima de un círculo dibujado con agua bendita. Le clavaron cuchillos de plata y en una de las rajas echaron sangre de cada hermano para que el demonio que poseía la muñeca no pudiera herirles.

Ellos tenían que jugar al escondite con la muñeca así que fueron rápidamente a esconderse en el baño.
El espejo se empezó a congelar y algo empezó ha escribir "Encontrados" las luces empezaron a parpadear Se escuchaban risas de niños y la puerta se abrió lentamente. Los niños estaban aterrorizados, entonces la muñeca entro lentamente mientras levitaba a unos tres dedos del suelo. La muñeca los ignoro y se puso contra la pared. La puerta se cerró de un portazo.

Al día siguiente ya era noticia la muerte de tres hermanos que habían sido brutalmente asesinados y descuartizados. Salía en todas los canales de noticias y en las portadas de los periódicos.

La muñeca estaba en el escaparate de la tienda a la semana siguiente y el vendedor la volvió a vender a otra familia.

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