Capitulo 1 (Miradas doradas)

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-Nacer vivir morir por sus majestades, por nuestro reino.

El instructor de caballeros gritaba a los nuevos reclutas muchos de ellos hijos de caballeros veteranos, que aspiraban a pertenecer a la élite algún día, todos aquellos ahora pequeños de no más de diez años tenían el sueño de ser como sus padres de proteger el reino.

Al cumplir diez años son reclutados los varones de cada casa, sólo si cumplen con los estándares de los comandantes, deben ser varones fuertes sanos sin ninguna limitación física, puesto que deben volverse soldados dispuestos a entrenar para caballeros llevarían honor a sus casas sin mencionar el reino que los vio nacer.

Thane junto con su hermana Luna eran dos huérfanas que aunque no tenían parentesco genetico ambas se habían juntado por azares del destino, habían sido acogidas por la dueña de una taberna cuando ambas llegaron a la ciudad, luego de un largo periodo en las calles intentando sobrevivir, Luna era la mayor tenía quince años ayudaba a atender la taberna en el centro de la ciudad la cual albergaba sobre ella su ahora hogar.

Thane tenía nueve años, al ser la única contemporánea con el hijo de la señora María dueña de la taberna, solía vestir con sus ropas ya que usualmente el dinero no les daba abasto para lujos como ropa nueva así que vestían con ropa regalada remendada muy seguido, al tener el cabello corto era constantemente tomada por varón.

No le importaba que la vieran como un niño a ella le gustaba que la consideraran fuerte no débil como solían considerar a las mujeres, las mujeres no eran tomadas muy en cuenta si no eran hermosas usualmente pasaban de ellas algo que odiaban pero era lo que había, ayudaba a su hermana siempre que podía o se lo pedía no le importaba aligerar su trabajo, ella era su hermanita la ayudaría como diera lugar, era su única familia la cuidaría siempre.

-Thane trae un barril de cerveza.

Maria le había pedido buscar un barril de cerveza del deposito, era muy pesado para levantarlo puesto que pesaba mucho más que ella pero lo rodaba con cuidado hasta la barra donde con ayuda de un par de campesinos que esperaban beber con ansias lo subían a la barra para facilitar su despacho. La pequeña quería ser fuerte quería poder cargar ese barril sola aunque le tomara muchos años algún día sería tan fuerte que sería la protectora de la taberna, sacar a los borrachos sin mencionar golpear a los que no querían pagar.

-¿Donde está Jack? -preguntó Thane en busca de su amigo.

-Está atrás limpiando los platos y tarros.

Entró en la parte trasera de la taberna  en busca de su amigo encontrandolo limpiando efectivamente tarros de cerveza al igual que algunos platos, se sentó a su lado comenzando a limpiar.

-¿Que haces? ¿Por qué no ayudas a tu hermana?.

-No hay casi clientes, así que estoy aburrida.

Ambos estaban en silencio pero era cómodo aunque eran niños les gustaba la compañía mutua aunque no hablaran en lo absoluto.

-Thane ¿que tal si vamos a ver como entrenan los caballeros en el castillo?. -Le dice Jack con una sonrisa cómplice terminando el último tarro.

-Veamos quien llega primero.

Ambos corrían por la calles de piedra esquivando a las personas, carretas puesto ambulantes incluso a los caballeros que vigilaban en el centro, para los ojos de cualquiera sólo eran niños correteando sin cuidado alguno, pero para ellos era la carrera de sus vidas, el que llegara primero sería el ganador.

El corazón del reino era una ciudad enorme que albergaba a la familia real en el centro, siendo el castillo la edificación más grande del lugar, destacando sobre todo lo que se encontrara en el reino la corona de la ciudad. La reina era usualmente vista cuando daba paseos por la ciudad o salía en caravanas fuera de ella, pero el rey por otro lado nunca era visto fuera del castillo, habían rumores de una muerte o enfermedad, rumores que nadie era capaz de decir cerca de algún caballero.

A sus ordenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora