Yuqi llamó a Soyeon.
No esperaba que finalmente tomara esa decisión. Ella pensaba olvidar esa noche y dejarla como el nuevo último recuerdo de un cumplido. Pero ahí estaba, cuatro días después, bajando del autobús en la calle que la rubia le dijo.
Soyeon no pareció sorprenderse de su llamado, ni siquiera de que aceptara el pago acordado. En verdad, parecía aliviada. Aliviada como sí Yuqi fuera la cura de un imparable dolor de cabeza.
Y es que, tal vez lo era.
Soyeon tenía dos pinturas hechas, pero ninguna era lo suficientemente especial como para ser la principal de su nueva colección. Ella buscaba algo más, algo que la hiciera sentirse viva y cerca de tocar el cielo con las manos.
Ella quería enamorarse.
Desde que empezó en el arte, Soyeon nunca había amado a una persona de esa forma tan fuerte, tan única y dolorosa. Buscaba el amor en su arte, buscaba la inspiración en corazones de vidrio roto, pero, ¿cómo pintas el dolor sí no conoces la cura? Ella sólo tenía un vacío tan grande que no podía llenarse ni con todos los botes de pintura que comprase.
Esa noche en el bar, Soyeon no estaba buscando algo en específico. Ni siquiera pensaba volver a casa tan tarde. Pero cuando escuchó a esa cantante empezar a contar una historia con su voz... ella supo que ahí era. Eso era lo más cercano al amor que había sentido alguna vez.
Soyeon se había enamorado tanto de esa voz que no podía dejarla ir.
Y ahora, con Yuqi frente a ella en la puerta de su estudio, Soyeon se enamoró por segunda vez.
La chica vestía distinto a la primera vez cuando había usado una camisa y jeans. Ahora usaba un overol y una camiseta blanca. Se veía pequeña, frágil, pero sobre todo se veía indudablemente hermosa.
Soyeon la dejó pasar después de unos segundos donde se quedó quieta pensando en las mil pinturas que podía crear sobre ella.
Sobre su piel.
Soyeon prestó bastante atención a eso también, a como sus movimientos eran delicados y suaves. A como su piel era tan blanca cual porcelana de alta calidad. A como ella parecía no darse cuenta del efecto que tenía en la artista.
Antes de comenzar, Soyeon le pidió charlar un poco para conocerse. Yuqi accedió.
Soyeon descubrió que la chica en verdad era bastante extrovertida. Hablaba mucho, se trababa a veces, pero siempre tenía algo que contar y agregar. Ella reía. Yuqi reía por Soyeon, quien se enamoró por tercera vez.
El tiempo no existía a su lado, eso fue fácil de deducir. Una hora, dos, Yuqi tenía mil historias y Soyeon escuchaba cada una con la misma atención que a la anterior.
Fascinada.
Estaba fascinada por ella, por todo lo que descubría de Yuqi.
- He hablado mucho hoy... lo siento, hace tanto que no me sentaba a charlar con alguien.- Yuqi se veía apenada. - Mis amigas siempre están ocupadas así que no tenía con quien salir.
Soyeon negó.
- Siempre serás oída mientras yo exista, Yuqi.
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body paint | yuyeon
Fanfiction♥︎ | Donde Yuqi accede a posar para Soyeon. - ☆ ● Drama, Romance ● No Bottom / No Top - ★ ○ FanFic escrito por : @fayeboobs ○ Adaptaciones permitidas. ○ Graficos hechos por : @BURNINGHIT