body paint | yuyeon

04

Finalmente llegó el día en el que Soyeon pintó a Yuqi.

Le pidió que posara, que se quedara quieta y que sólo le diera tiempo, pues pintar el amor se había vuelto difícil.

Yuqi sonreía al verla concentrada, como su lengua salía ligeramente de una esquina de sus labios, su ceño fruncido y los movimientos de su cuerpo. Se veía tan hermosa que no pudo ocultarlo cuando Soyeon la vio otra vez.

- ¿Qué es gracioso? - preguntó sonriendo bobamente.

- Nada... eres muy sexy mientras pintas.

Soyeon rió y negó, pero no dijo nada más. En cambio, siguió en lo suyo más tiempo intentando ignorar la mirada de Yuqi.

Cuando decidió que era suficiente por hoy, Soyeon se acercó a besarla. Yuqi correspondió con gusto, sintiendo el sabor café de su boca.

Al separarse, la rubia siguió mirándola más tiempo. Esos ojos oscuros estaban brillando más que cualquier estrella, admirando lo que veían y desbordando cariño.

Soyeon se enamoró otra vez, ¿qué tan seguido podría ocurrir eso?

- Woogie...

- ¿Sí?

Con ambas palmas en sus mejillas, Soyeon la besó otra vez. Y otra vez. Y hasta que sintió la risa de Yuqi sobre sus labios, riendo ella también.

Pero algo preocupaba a Yuqi, quien se abrazó a Soyeon y dejó descansar su mejilla sobre su hombro.

- ¿Me dirás adiós cuando termines de pintar?

La pelinegra acarició su cabello ondulado, sentía la fuerza en sus brazos, sentía el corazón eufórico de Yuqi sobre ella.

Soyeon besó su cabeza y habló:

- El arte y el amor son difíciles de comprender, Yuqi. Pero no hay nada igual a el arte de amarte.

Yuqi sonrió sobre la tela de su camisa, sintiendo las lágrimas querer salir. Nunca había sido amada correctamente, nunca fue apreciada. Mas logró atrapar el corazón de Soyeon, y logró que el suyo fuera cuidado como oro.

Soyeon la ayudó a salir de su escondite, miró a sus ojos brillantes una vez más y fue cuando comprendió que enamorarse no ocurría una vez, sino cada vez que la miraba.

- Te amo, Woogie.

Yuqi dejó una lágrima caer.

- Te amo más.