III. la figura

20 5 1
                                    

Despierto en mí cama.

No puedo levantarme, no quiero levantarme, debo levantarme.

Me levanto lentamente, pero siento una punzada de dolor en la cabeza. Estoy tan mareada hasta el punto de cuando camino me tropiezo con todo a mi camino, pero logro llegar a la cocina.

Sigo sin procesar lo de ayer. ¿Que sucedió?, ¿Que fue lo que me golpeó?, ¿Habrá sido un sueño?.

No puedo dejar de hacer preguntas en mí mente. ¿Cómo es posible haber despertado sin ningún rasguño pero con dolores?, ¿Cómo es posible que desperté en mí cama?.

Veo alrededor de mí casa, veo todo intacto, no me robaron, O eso creo.

Corro devuelta a mí habitación.

No... No puede ser. Falta la daga familiar... No no. Empiezo a revisar en cada mueble y caja pero nada. Estoy muerta, la daga es de oro puro y con un filo extremadamente bueno que podría cortar un tronco sin hacer ni la minima fuerza.

No puedo respirar bien, mí respiración es tan rápida, tan fuerte y tan pesada que todos creerían que tengo asma.

Seguí buscando pero nada aún. La razón por la cual estoy tan preocupada es que esa daga a permanecido a nuestra familia por generaciones, mí abuelo se volveria loco si se entera de que nos la robaron.

Pero ¿por qué la daga? Hay un montón de cosas igual de valiosas pero eligieron la daga.

Veo la hora y casi me da un infarto. Debo salir corriendo al trabajo, debo cambiarme lo más rápido posible.

Me puse unos jeans, una camiseta blanca y me até el cabello con una coleta alta. Debo ir lo más simple posible para no llamar la atención.

Agarro mis llaves y me dirijo a la puerta pero siento una miraba atrás mío, me giro lentamente pero no veo a nadie. Ignoré ese pensamiento, salí de la casa, cerré con seguro, agarré mí bicicleta y me fui lo más rápido que pude.

Mientras andaba por la calle, veo el bosque. Siempre he creído que es un hermoso lugar pero por alguna razón hoy no pienso lo mismo, solo veo oscuridad como si la magia de ese "bosque encantado" que todos aman, hoy se vé como un "bosque embrujado".

Sin darme cuenta veo una figura, esa figura que he visto ayer, se me queda viendo y yo a él.

Freno la bicicleta y me quedo mirandolo y luego en tan solo un parpadeo desaparece.

Joder... Ya es demasiado para mí, primero lo que sucedió ayer, después la daga familiar y ahora aparece... La figura.

                              >>>

Llego a mí trabajo. Es una cafetería muy bonita, la verdad es que me pagan muy bien pero este no es el tipo de trabajo que quiero para más a futuro.

En la entrada encuentras un cartel de madera color rosa en forma de gato, con muchas flores alrededor, las mesas y sillas decoradas con patitas de gatitos, la verdad es lo que me gusta de este lugar.

Los gatos son mí adoración, pero lo más hermoso no es solo las decoraciones, sino que también por dentro hay un sitio con muchos gatitos de todas las razas. Quizás te preguntes "¿Quien cuida a todos los gatos de todas las razas?", pues es una mujer que estudió para ser veterinaria pero mí jefa le pidió ser la cuidadora de todos esos gatos.

Todos dicen que los gatos de mí jefa eran de su padre y que se los dejó como herencia, raro ¿No?.

No sé pero siempre me gustaron los gatos esfinges, algunos no les gusta por qué no tienen pelo, es que eso es que los hacen tan unicos.

Los gatos esfinges además de no tener pelo, tienen un aura de misterio, superioridad, eso es lo que me encanta de ellos y además de los adorables que son.

-blair, llegas tarde -dice mí jefa entregándome una bolsa que contiene distintas bolsas de alimentos para los gatos de distintas razas.

-lo siento mucho, tuve un problema -le dije agarrando todas la bolsas pero veo que falta una- jefa... ¿El alimento para los gatos esfinges? -le dije aún revisando las bolsas.

-la nueva se encargará de alimentarlos hoy -dice mirando su tableta- tu debes encargarte de los demás ¿De acuerdo? -.

-me reuso -dejo rápido las bolsas en el suelo- si quieres... le puedo dar el alimento de los gatos bombay, ellos no son tan complicados -dije tan nerviosa que mí voz se quiebra y me pongo a tartamudear.

Ella suspira, deja su tableta en una de las mesas y me mira.

-blair, me encanta que te gusten los gatos esfinges, pero solo por hoy, deja que la nueva los alimente ¿Si? -sonrie y pone sus manos en mis hombros- después si quieres, puedes limpiarlos, así no se les acumula ensuciedad en su piel -.

Yo asentí con la cabeza, agarré todas las bolsas otra vez. Les pongo la cantidad adecuada a cada plato, para cada tipo de raza. Cuando llego a los gatos esfinges, veo que no tienen la cantidad que es debido, Camino hacia la bolsa que la nueva dejó en una de las mesas, reviso que sea el alimento,cuando ya lo compruebo empiezo a caminar hacia los platos de los esfinges.

-¿que haces? -dice la nueva cruzándose de brazos- ya les he colocado alimento en sus platos -.

-los gatos esfinges no son como los gatos callejeros que encuentras en la calle -la miro tratando de no ser tan ruda solo por esto- el metabolismo de los gatos esfinges es muy rápido y esto hace que su apetito se incremente, por lo que necesitan más cantidad de comida que las otras razas -.

Ella me mira atónita, luego solo se gira y me ignora.

Después de alimentar los gatos, mí jefa me pide tirar la basura así que empiezo a sacar de a dos bolsas hacia atrás de la cafetería. Cuando llego, tiro una de las bolsas al tacho, hasta que escucho un ruido hacia donde está el bosque. Solo lo ignoré. Termino de tirar la basura y camino hacia adentro devuelta.

-te faltan esas bolsas -me dice la chica nueva, yo solo la miro y luego agarro las bolsas, me dirijo atrás de la cafetería otras vez.

Otra vez... La figura, solo me mira y yo a ella. Levanta su mano y la agita saludandome, ¿Por qué no me da miedo? Siento que lo conozco pero no puedo verle el rostro.

-que haces? -una voz hace que sobresalte del susto- uyy lo siento -es mí jefa.

La miro y luego giro mí vista hacia donde estaba la figura, ya no está...

Claro, es típico de todas las cosas que veo.

confundiendo la mentira con la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora