I. algo muy importante

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Mucho gusto me llamo blair Katz y soy como todos llaman "una chica rara" eso es lo que dicen todas las personas a mí alrededor pero trato de aparentar ser "normal".

Desde hace diez que llevo viendo cosas que otros no ven, personas que no existen o me inventaba relatos de mí vida que nunca sucedieron pero de la forma más fantástica que se podría encontrar en cuentos de hadas, o eso es lo que me decían mis amigas que ahora ya no están por qué me veían y me trataban como loca.

Pero lo más raro de todo esto es que tengo recuerdos de cosas o personas que nunca he visto.

Solo desearía ser como los demás. Desearía no ser tan rara. Otras chicas desean ser más lindas y superar a las demás, pero eso a mí no me interesa. Yo solo quiero ser normal.

-señorita katz... Señorita katz ¿está poniendo atención?- una voz me saco de mis pensamientos, es mí profesora de literatura con un libro en manos mirándome con una ceja alzada. mire para todos lados.

Estoy en mi preparatoria y todos mis compañeros me están mirando, algunos murmuran mientras se ríen por debajo. Típico de los escrementos de la vida, que se hacen llamar "sociedad".

Volví mí mirada a mí profesora.

-lo siento profesora, no estaba prestando atención es qu- me interrumpe.

-¿Otra vez andas con demasiadas cosas en mente?- pregunta sarcástica- por su bien dejé todos esas cosas en su casa y por una vez en años, ¿Podría poner atención y no poner escusas? Gracias -dice con una sonrisa burlona.

Así es ella. Se burla de los estudiantes que no les parece "normales", solo trata bien a los de rango alto, como los hijos del director o estudiantes adinerados.

-si... -dije con una voz casi susurrada. esto es lo que odio de mí, nunca puedo levantar la voz como para defenderme.

La clase siguió con "normalidad", sonó el timbre del almuerzo así que me dirijo a la cafetería. Pedí una limonada y dos sandwich, y me fui a sentar a una mesa apartada. La verdad yo no sufro de bullying, si es que se le puede decir así.

Solo burlas... Bueno es lo mismo pero no les doy importancia, eso me hace sentir mal pero no tengo el valor suficiente como para expresarme ante todos como es debido así que he tenido una gran idea. Cuando termine este último año en la preparatoria, me uniré a una universidad de arte en Estados Unidos.

Quizás te preguntes "¿Y eso que tiene que ver?", Pues el arte es una de las formas más hermosas y productivas para expresarse ante todos, es la única forma de sentirme yo misma.

-este es mí lugar -escucho una voz masculina que nunca había oído.

Miro a esa persona y me doy cuenta que es de mí misma clase. Es alto albino y ojos azules que parecen el mismo cielo con estrellas incluidas, como si fuera la creación favorita de la diosa afrodita, corrección. Es como la mismísima afrodita en carne y huesos pero en un cuerpo de hombre.

Veo que tiene un tatuaje en el brazo izquierdo. me quedo viendo su tatuaje, es la una copia muy exacta de la pintura del pintor Alexandre cabanel. Es la pintura a la que llamó "la última lágrima de lucifer", es hermoso pero siento la necesidad de ver al chico a los ojos.

-no sabía que los asientos tenían dueños- suelto sin pensar, él solo se me queda viendo pero no dice nada y se sienta al frente mío.

-dije que era mío por qué es donde siempre me siento- dice mientras le dá un mordisco a su almuerzo, que es un sándwich de... Creo que de milanesa.

-pues lo siento... -miro mí sandwich- es el único lugar donde me puedo sentar sin que me vengan a juzgar- dije sin pensar otra vez. Dios ¿por qué me dejas seguír hablando?, Por favor cortarme la lengua.

El chico solo se me queda viendo, pero no dice nada, hasta que llega una chica y se le sube en los hombros por detrás.

-rowan te dije que me esperaras- dice sonriendo hasta que me ve, su sonrisa se desvanece y le dice algo al oído que la verdad no escuché pero ya era muy obvio que habrá dicho, así que yo me levanté.

-debo irme- digo antes de agarrar mis cosas y irme para no molestar más.

No entiendo por qué me tuve que ir, si yo fui la primera en sentarme en ese lugar pero bueno, Es mejor así ya que no quiero problemas.

confundiendo la mentira con la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora