XXV. mejor amiga

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Los pájaros cantan. Demonios son las cinco de la mañana, que alguien los silencien.

Me levanto, me dirijo a la sala de estar.

-buenos día -me dice Azrael, sentado en el sofá, dándome la espalda.

-buenos días -le digo para luego dirigirme a la cocina.

-cain te ha dejado preparado un poco de café -me grita desde el mismo lugar.

Veo la cafetera con café oscuro, muy bien calentado. Me sirvo un poco y me siento en la mesa del comedor, con un libro que trata de las emociones.

-¿es para una tarea? -pregunta Azrael apoyándose en el respaldar de mí silla.

-es para entretenerme -levanto mí cabeza y nuestras miradas se conectan.

Hay una rara vibra brotando por el aire, Es la misma vibra qué sentí cuando conocí a izack. Azrael sigue sin apartar su mirada, me mira los labios y Luego los ojos. Esto es raro.

-si quieres café entonces hay en la cafetera -aparto la mirada.

Él se endereza y camina hacia la cocina.

-¿y que es lo que te a traído a estados unidos? -pregunto él desde la cocina.

-estudios -le digo.

Escucho un a pequeña risa desde la cocina.

-por lo que he oido, has venido para no ser incriminada en algo que no
hiciste -susurra, luego se sienta al frente mio

-si ya lo sabes ¿Entonces para que me preguntas? -frunso el ceño.

El me mira y sonrie. Demonios ¿Por qué me sonríe así?.

-¿estas de mal humor?, se te fue el encanto de "chica linda y amable" -le da un sorbo a su café.

-¿"Chica linda y amable"? -me sorprendo.

¡Dios mio, ¿Me ha dicho linda?!

-si, linda -levanta su mirada, nuestros ojos se encuentran.

Trago saliva.

-pues, entonces perdón por no ser lo que esperabas -me levanto, me doy la vuelta y me voy.

Salgo al patio. Mientras camino, veo las flores marchitas, no puedo evitar sentirme mal, este sentimiento es raro.

Empiezo a regar las flores que aún se pueden salvar.

-¿que haces? -dice una chica detrás de mí.

Giro mí mirada hacia ella. Una chica alta, con piercings en los labios, en la ceja derecha y en la nariz, un tatuaje en el cuello, en el lado izquierdo. Ojos verdes, pelo lacio y largo, color negro. Tiene un estilo gótico y a la vez como pandillera.

Ella me mira con seriedad, se cruza de brazos y me frunce el ceño.

-¿Debo repetir la pregunta? -me dice con fulminandome con la mirada.

-dahlia, déjala, solo está aburrida, es como una niña pequeña que no sabe que hacer -escucho a Azrael decirle desde arriba, desde la ventana de su cuarto.

Las dos levantamos la mirada. Azrael me mira y luego entra a su cuarto otra vez.

La chica me mira, luego solo desvía la mirada y entra a la casa.

Yo solo me encojo de hombros y sigo regando las flores, como si nada hubiera sucedido.

Pasan horas y horas, arreglé el patio, saqué las flores que estaban muertas. Sé que no es mucho, pero quedaron seis o cinco flores de cada tipo.

-si que estabas aburrida -dice Caín saliendo de un taxi.

-hola -sonrei.

-crei que Azrael te haría compañía -dice agachándose y ver las flores.

-está con una chica en su habitación -le digo como si fuera algo normal.

Él se ríe.

-es dahlia, es su "mejor amiga" -dice haciendo un movimiento con los dedos de su mano derecha, haciendo referencia a las comillas.

-¿Cómo que su "mejor amiga"? -le pregunto haciendo el mismo gesto con los dedos.

-son como... -se pone la mano en el mentón, mientras piensa- amigos con derechos -dice sin más.

-a la verg... -me tapo la boca antes de terminar la palabra.

-esa boquita -se ríe.

-lo siento -le digo avergonzada.

-no te preocupes, no es la primera vez que escucho a alguien insultar -se levanta y me tiende la mano- ¿vamos a preparar algo para la cena? -sonrie.

-claro -agarro su mano y me levanto, luego lo suelto, camino para adentro de la casa.

Al entrar, lo único que se puede oír es la música fuerte en la habitación de Azrael.

-camuflando sus pecados -me río.

Caín no puede evitar reírse, mientras deja sus cosas en el sofá.

-hace calor, prenderé el aire -agarra un control y apunta a una caja blanca en la pared.

Si, no sé qué es eso. Cómo vivo cerca del mar, lo único que conozco es la estufa para el invierno.

-¿Que haremos para la cena? -pregunto desde la cocina, lavándome las mano en el fregadero.

Mis manos todas cubiertas de tierra, quedan limpias y blanquitas.

-¿sabes hacer sushi? -pregunta Caín entrando a la cocina, poniéndose un delantal.

Niego con la cabeza. Él suspira y me entrega un dental.

-entonces hoy aprenderás -sonrie.

Recibo una llamada de ophelia.

-es ophelia -susurre.

Cain al oírme se acomoda el cabello y se aclara la voz. Ahora sé de qué hablaba izack.

-hola -dice Rowan en la llamada.

Cain pone mala cara.

-¿donde está ophelia? -le pregunta enojado, agarra mí celular.

Rowan sonríe malísiosamente.

-está en la ducha, ¿Quieres que entre a ver si está bien? -dice con un tono depravado.

Se está burlando de cain. En tan solo un segundo, recibe una almohada en la cabeza.

-¡no digas idioteces! -le grita ophelia, agarra el celular y vé a cain- quiero ver a blair -dice secamente.

Cain había sonreído tan solo unos 40 segundos y luego esa sonrisa desaparece. Me entrega mí celular.

-hola -digo con una gran sonrisa.

La música de la habitación de Azrael parece subir cada vez más.

-¿están de fiesta?, ¿No me invitaron?, eres malvada -dice rowan asomando su cabeza.

-no es una fiesta, es Azrael -les dije con una sonrisa incómoda.

-ese idiota sigue viviendo con Caín -dice izack asomando su cabeza.

-¿estabas ahí? -pregunto sorprendida.

-primero: no es un idiota, segundo: el sigue viviendo aquí por qué también es su casa, tercero: el que debería dejar de vivir con su hermana, eres tu -dice cain riéndose.

-yo estoy de acuerdo -susurra ophelia.

-¡Oye! -le grita izack a ophelia.

Todos nos reímos.

confundiendo la mentira con la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora