Perdedora 3

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Tori se armó de valor, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. "Me caes bien, Jade. Por eso...", comenzó, su voz apenas un susurro en la quietud del coche.

Jade la miró con una ceja arqueada, una sonrisa juguetona asomando en sus labios. " Todo el mundo te cae bien, Vega. No vale", replicó con un tono de falsa modestia.

Tori sintió la confusión crecer dentro de ella. Jade era un enigma, siempre cambiante como las sombras al atardecer. "No, no a todo el mundo", insistió Tori. "Y definitivamente no a mí... no siempre, al menos."

La sonrisa de Jade se ensanchó, y por un momento, su mirada se suavizó. "¿Entonces soy especial?", preguntó, su voz cargada de un tinte coqueto.

Tori se ruborizó, la respuesta en la punta de su lengua. "Sí, lo eres", admitió, y el mundo pareció detenerse por un segundo.

El coche se detuvo frente a la casa de Tori, y ella se apresuró a salir, su mente aún girando con las palabras intercambiadas. "Gracias por traerme a casa", dijo Tori, volviéndose hacia Jade y plantando un beso rápido en su mejilla.

Jade se giró hacia ella, su movimiento rápido y fluido, y sus labios rozaron los de Tori en un contacto que fue demasiado breve para ser un beso, pero demasiado intenso para ser accidental.

"Lo siento, fue un accidente", murmuró Jade, pero su mirada desafiante y la curva traviesa de su boca decían otra cosa.

Tori se quedó allí, parada en su entrada, viendo cómo Jade se alejaba. Su mente estaba llena de preguntas, pero una cosa estaba clara: Jade West nunca dejaba nada al azar.

Tori observó cómo el coche de Jade se perdía en la noche, su corazón aún tambaleándose por la cercanía de sus labios. "Nada es un accidente contigo, Jade", murmuró para sí misma, una sonrisa floreciendo en sus labios.

Al día siguiente, en Hollywood Arts, Tori no pudo evitar buscar a Jade con la mirada. La encontró en su casillero, su postura relajada y segura como siempre. "Hey", dijo Tori, acercándose con cautela.

Jade levantó la vista, su expresión inescrutable. "Vega", saludó, cerrando su casillero con un golpe seco. "¿Qué quieres?"

Tori tomó una respiración profunda. "Quiero hablar sobre lo que pasó anoche", declaró, su voz firme a pesar de los nervios.

Un destello de interés cruzó el rostro de Jade. "¿Y qué pasó anoche?", preguntó, cruzándose de brazos.

"Creo que sabes muy bien lo que pasó", replicó Tori, enfrentando la mirada de Jade. "Y creo que fue más que un accidente."

Jade sostuvo la mirada de Tori por un largo momento antes de suspirar. "Tal vez", concedió, "pero ¿qué vas a hacer al respecto, Vega?"

Jade observó a Tori con una mezcla de diversión y curiosidad. "Quizás deberías preguntarle a Beck", sugirió con un tono burlón. "Él parece tener todas las respuestas últimamente."

Tori frunció el ceño, confundida. "¿Qué tiene que ver Beck en esto?"

Jade se encogió de hombros, su mirada desviándose hacia donde Beck estaba hablando con un grupo de estudiantes. "Nada, olvídalo", dijo rápidamente, pero Tori no se dejó engañar.

Más tarde, Tori encontró a Beck solo, apoyado contra la pared con su característica sonrisa tranquila. "Beck, necesito saber", comenzó Tori, "¿por qué Jade actúa tan extraña conmigo?"

Beck la miró, su sonrisa desapareciendo por un momento. "Jade es complicada, Tori. Pero creo que deberías preguntarle a ella, no a mí."

Tori asintió, decidida. "Lo haré", afirmó, y se alejó, dejando a Beck con una sonrisa sabedora.

One shots JoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora