[𝐒𝐢𝐞𝐭𝐞 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨𝐬] ━━ 𝐁𝐓𝐒

⿻࣪࣪͜⃝👑 𝟓. Protocolo

Maratón 1/2

Oh, darling, all of the city lights

Never shine as bright as your eyes

I would trade them all for a minute more

But the car's outside

La melodía que emitía mi teléfono me hizo despertar poco a poco, y supe claramente que me llamaban. Soñolienta y con pocas ganas de abrir mis ojos y levantarme de la cama, estire mi brazo y tome mi celular.

El nombre de mi madre aparecía en la pantalla.

Mierda. Estoy en problemas.

Deslice el botón verda y con temor me lo coloque en el oído.

—Ho... —ni terminar de hablar pude.

—¡Lee Hyuna! ¿Cómo se te ocurre ser elegida por los reyes y no llamar a tu madre en ese mismo instante? ¡Pero no es eso! ¡Irresponsable! —chillo mamá en mi oído y como reacción aleje el móvil un poco. O si no terminaría sorda. —Tenías preocupada a tu madre. —está vez habló más calmada mientras lloriqueaba.

Suspiré y analice bien lo que hiba a decir. Mamá es muy sensible.

—Lo siento mamá —dije e hice una pausa para continuar hablando. —Pasaron muchas cosas y tuve que hablar asuntos importantes con los reyes, y el tiempo se me fue volando.

—Esta bien cariño, se que este asunto es nuevo para ti y puede ser difícil el tema de ser reina, pero si el destino te escogió confío en ti —esta vez habló papá, sonaba igual de calmado que siempre.

—Gracias. —dije.

—La que no quería ser elegida ahora lo es —dijo mi hermana en broma. Una leve sonrisa se poso en mis labios.

—Hoy en la mañana recibimos una nota y varias orientaciones de los Siete Reyes, seguro te informaran de ello después. —dijo mamá. —Sabemos que estas en buenas manos.

—Te amamos! —dijeron los tres a la vez.

Luego colgaron. Revise la hora en mi celular y eran las 7:59. Aún es muy temprano, seguiré durmiendo. Coloque mi teléfono en su lugar anterior y me acomodé en la cama para volver a dormir. Pero ni cerrar los ojos pude porque una campana resonó en toda la habitación y me levante sobresaltada de la cama.

¿Acaso era el día de darme sustos en la mañana?

Las puertas de la habitación fueron abiertas y por ellas entraron un montón de mujeres uniformadas. De alguna manera se acomodaron rápidamente formando dos columnas a cada lado de mi cama, y a la misma vez inclinaron la cabeza.