El canto del gallo se oye por todo el pueblo indicando el comienzo de un nuevo día. En una cama se mueve un bulto, ese bulto se revela segundos después que se trataba de una joven la cual se estira estando aun acostada. Se levanta mientras se restregaba sus ojos. Ordena su cama estirando las sábanas y acomodando las almohadas, se sienta en su pequeño tocador de su cuarto donde desenreda su largo cabello. Se levanta del tocador y baja las escaleras para encontrarse a su madre en la cocina preparando el desayuno. En sus fosas nasales le llega el delicioso olor a tostadas.
_Buenos días mama_ la joven le da un pequeño abrazo a su madre por detrás
_Buenos días hija_ la mujer sonríe
_Huele delicioso, ¿que estas preparando? _
_Unas tostadas con huevo frito y tocino, acompañados con jugo de naranja_
_Que rico_ responde la joven _necesitas ayuda? _
_Ayúdame a organizar la mesa que ya casi esta lista la comida_
_De acuerdo_
La chica de largos cabellos pone un mantel sobre la mesa junto con los cubiertos, minutos después se escucha la puerta principal abrirse.
_Ya llegue familia!_
_Hola papa_ ella sonríe
_Hola Clara_ el padre abraza a su hija _Salí muy temprano a comprarle la comida de las gallinas_
_Que bueno que llegaste cariño, ya el desayuno esta listo_ habla la madre poniendo la comida en la mesa
_Gracias corazón_
La familia se sienta y empiezan a comer, los padres hablaban mas que todo asuntos sobre la granja que tenían al lado, de como las vacas estaban cada vez mas lechosas, que las gallinas ponían más huevos, etc. Clara no estaba prestando atención a lo que decían los adultos, estaba mas concentrada en comer su comida. Al terminar de comer, madre e hija lavan los platos y cubiertos mientras el padre se dirige al granero para alimentar a las gallinas.
_Ya acabé mama_
_Bueno hija_ responde la mujer _Ve a ver que hace tu padre para ver si necesita ayuda_
_De acuerdo_
La joven va al granero encontrando la puerta abierta y a su papa tirándole maíz a una bandana de congolonas. Ahí el hombre se percata de la presencia de Clara.
_Mira Clara_ dice el padre _No hay que tirar su comida en cantidades exageradas, solo se les tira lo necesario_
_Y que pasa si una gallina no quiere comer?_
_Es posible que tenga fiebre_
_Entiendo_ responde
Clara se dirige a los establos de los caballos, algunos relinchaban como si la estuvieran saludando, mas de la mitad de los corceles y yeguas habían crecido con la joven. Ella se detiene para mirar a un caballo en especial, bueno, yegua. Esa yegua la consideraba su mejor amiga, princesa era su nombre.
_Hola princesa_ murmura acariciando la cabeza del animal haciendo que este cerrara los ojos y haciendo un sonido que indicaba felicidad
Clara era feliz, quería mucho a sus padres, a su yegua princesa y al resto de animales de la granja. Le gustaba ayudar a sus padres en las labores. Es por eso que esa misma mañana le dio de comer a los cerdos y a los caballos, también ordeño a las vacas y le corto el exceso de lana de las ovejas. El padre estaba orgulloso de tener una hija colaboradora, pero quería que tuviera sus momentos en donde pudiera descansar, por ejemplo; ahorita el hombre va al pueblo para vender la lana, leche y huevos y su hija quería acompañarlo, pero él le insistió que se quedara en casa con su madre. Clara lo obedeció.
Después de estar horas en el granero se toma una ducha de agua fría, al salir del baño se pone un vestido blanco y se amarra un lazo de color azul a su cintura, después se pone unas sandalias marrones en sus pies. Se seca su cabello para desenredarlo y se peina con una trenza lateral, ella sonríe al mirarse en el espejo por lo bonito que le quedo su peinado. Ella va a la cocina encontrándose a su madre haciendo el almuerzo.
_Hija, tu padre me dijo que vendría mas tarde_ habla _comamos juntas mientras tanto_
_Si mamá_
Después de comer y de lavar los trastes la mujer le comenta a su hija que irá a buscar pan en el mercado. Clara solo asiente mientras veía a su madre irse. Al cabo de un rato la muchacha se comenzó a aburrir, podría leer un libro pero casi todos los que tenia ya se los había leído, tampoco tenía ganas de cabalgar con princesa, hasta que su mente se le vino otra idea; hacer una tarta, quizás una tarta de arándanos no le vendría mal, pero no había arándanos en la casa. Eso significaba ir al bosque a buscar algunas.
_(No seria una mala idea)_ pensó Clara
Fue a la cocina por una canasta donde recolectaría los arándanos. También se llevo un frasco de vidrio que contenía yogurt con trozos de fresa que le había hecho su madre ayer. Ya estaba lista.
Con canasta en mano camina hacia el bosque, mientras caminaba se imaginaba lo delicioso que le quedaría la tarta y los elogios de sus padres. El sonido de los niños del pueblo se desvanecía cuando se adentraba mas y mas al bosque, miraba los arbustos y cada vez que veía arándanos los ponía en su cesta. Escuchaba el bello sonido de los pájaros cantar, el agua de los riachuelos se veía cristalina y las ardillas en los árboles. Todo se veía hermoso a ojos de Clara. Pasaron horas y la joven estaba tan concentrada en buscar los arándanos que no se percato que ya eran las horas de la tarde, quizás su madre había llegado a casa.
_(Bueno, ya tengo la canasta llena, mejor me voy)_ piensa caminando
De pronto un sonido a lo lejos se hace presente en los oídos de Clara, era como un quejido de dolor, ella por curiosidad sigue el sonido hasta unos arbustos. Pensaría que se trataría de algún animal ya que los quejidos no corresponderían al de un ser humano, la muchacha se asoma y abre los ojos como platos quedándose paralizada. Era enorme, robusta, con mucho vello de color negro, garras afiladas, tenía una cola que terminaba en flecha, cuernos y orejas de lobo. Clara no sabia que era esa cosa, porque esa cosa no era un animal común y corriente.
La chica retrocede, pero de los nervios se tropieza y cae haciendo ruido. Clara se tapa la boca y justo el arbusto se abre revelando a aquella criatura. Tenía el rostro casi parecido al de un lobo o un oso, al verlo se dio cuenta que era demasiado alto, esa cosa gruñía y la pobre muchacha no se podía mover del miedo. Ella cierra los ojos aceptando su final, pensando que esa criatura la mataría, cosa que no sucedió, escucho otro quejido de dolor por parte de la criatura, al abrir sus ojos ve que en su hombro derecho tenía una flecha clavada derramando un poco de sangre.
_(Oh, con razón esta así)_ ella piensa
La joven estaba asustada con lo que tenia en frente, sin embargo, verlo sufrir la llenaba de tristeza, aquellos ojos la miraban suplicando ayuda. Es por eso que con su mano temblorosa agarro la flecha (tenia que empinarse) y la saco con fuerza haciendo que la criatura soltara otro quejido un poco mas alto. La de cabellos largos deja la flecha a un lado para ver a la bestia. Este se le queda mirando.
_(Me va a atacar?)_ piensa
Clara se percata que los arándanos que había recolectado se desparramaron en el suelo tras el impacto, lo único que se rescato fue el yogurt. Esta mira a la bestia y con nervios extiende su brazo con el frasco de vidrio cerrando sus ojos. La cosa lo toma rápidamente y se va. La muchacha se queda perpleja por lo que acababa de ocurrir y se va corriendo a su hogar con su cesta. Al llegar sus padres la estaban esperando.
_A donde fuiste hija?_ pregunta el padre
_Fui a buscar arándanos_ responde _Pero no hubo nada_
_Que raro, en esta temporada se supone que los frutos del bosque estarían en todas partes_
_No siempre es así cariño_
_Bueno, voy a ir preparando la cena_
_Yo te ayudo querida_
Sus padres fueron a la cocina y Clara se fue a su cuarto, se quedo pensando en lo que presencio en el bosque mientras tenía muchas preguntas en su cabeza. ¿Qué era esa criatura?, ¿habrá más como esa cosa?, ¿Cómo es que no la ataco?
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🌲En lo profundo del bosque 🌲
RomanceQue pasaría si te encuentras con una criatura de apariencia aterradora, pero que es alguien amable que no supo que era la amabilidad y el cariño?. Esto le pasó a Clara, una chica que vive con sus padres en un pueblo cerca del bosque. Su vida cambia...