🌲En lo profundo del bosque 🌲

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Clara después de cenar se dirige a su cuarto sin decirle nada a sus padres, ella se encierra y busca en la pequeña estantería de libros que tiene alguno que tenga de portada "animales extraños" o algo por el estilo, pero nada. Quizás mañana busque en la biblioteca del pueblo y obtener información. Un rato después, la muchacha se pone su túnica para dormir. Estando acostada en su cama escucha que tocan a la puerta.

_Hija, ¿puedo pasar? _ era su madre

_Si, mama_ la mujer entra sentándose en la orilla de la cama

_Te note extraña en la cena_ habla _Pasó algo en el bosque? _

_No mamá_ responde _Simplemente estaba un poco frustrada al no obtener los arándanos, yo quería hacer una tarta para todos nosotros_

_No te pongas así hija_ la mujer pone una mano en la pierna de Clara _Ya veras que la próxima vez encontraras y muchos de ellos_ la chica sonríe ligeramente

_Está bien_

_Bueno, que tengas dulces sueños_ la madre se va cerrando la puerta del cuarto

Clara se acomoda en su cama quedando acostada de lado, mira por la ventana encontrándose con el brillo de la luna. Ella cierra los ojos para caer profundamente dormida. Mañana será otro día.

El gallo hace su canto indicando un nuevo día, Clara se estira y se levanta de su cama para bajar las escaleras. En esta ocasión sus padres no estaban en casa. Tal vez estaban en el granero o salieron a buscar comida en el mercado. Primero fue al granero y no estaban ahí. Hoy le tocaba hacer el desayuno así que regreso a la casa para dirigirse a la cocina y a ponerse manos a la obra.

_Hija ya llegamos! _ exclama el padre abriendo la puerta

_Hmm, huele delicioso_ habla la madre siguiendo el aroma hasta la cocina, allí encuentra a Clara sirviendo chocolate caliente en tres vasos _Hija, huele rico, que hiciste?_

_Hice pancakes de avena con chocolate caliente_ responde sonriendo _siéntense que ya termine_

_Si claro_

La hija sirve en platos la comida y se lo da a sus padres, el hombre es el primero en comer ya que se notaba que estaba hambriento. Al padre se le iluminan los ojos al probar el primer bocado, pasa igual con la madre.

_Clara, esto esta delicioso_ felicita la mujer _Esta es la receta que te enseñé la semana pasada?_

_Jeje si_ ella se sienta para comer

_Pues esto es una delicia_ habla el padre

_Gracias_ Clara no podía sentirse mas orgullosa por si misma

Después de comer Clara lavo los trastes y se dirigió al granero junto con su padre. Este le pidió que les cepillara el pelaje a los caballos y les revisara los cascos, ella obedece sin rechistar mientras que el hombre revisaba a los cerdos.

_Hija, mira esto!_ exclama

La hija extrañada va al corral de los cerdos y se pone al lado de su padre, de entre todos los puercos rechonchos y rosados que estaban ahí en una esquina estaba una cerda madre quien tenia en su costado a varios cerditos bebes. Clara hace un gesto de ternura al verlo.

_Hace tiempo que una cerda no daba a luz_

_Aww, es adorable_

_Acaso te quieres quedar con uno? _ pregunta

_Si!_ la joven responde casi al instante

_jeje esta bien_ el padre sonríe

Después de terminar con algunas labores de la granja, el hombre toma a un cerdito y se lo entrega a su hija. Ella estaba muy contenta con su cerdito, era pequeño y gordito, algo que lo diferenciaba del resto es que era rosadito con manchitas cafés, aparte hacia sonidos que a la joven se le hiciera sumamente tierno. Clara es de esas chicas que cada vez que ve alguna cosa que le parece adorable tiende a llorar un poco. Como ahora que su padre fue a ver a las ovejas se quedó sola con el animalito sollozando, pero no de tristeza. Ella va con el cerdito en manos al establo de princesa y se lo presenta.