°Capitulo 1°

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   Todo comenzó en las sombras de un amanecer envuelto en misterio,cuando el susurro de un viento agitaba las hojas anaranjadas de un viejo arce, marcando así el inicio de una nueva aventura que marcaría para siempre la vida de nuestra protagonista, llevándola a descubrir nuevos misterios más allá de los límites conocidos... En ese mismo amanecer se encontraba Astrid aún dormida soñando con su mascota que había fallecido, ya había pasado semanas del trágico suceso, pero la mente de Astrid le recordaba cada día cuanta falta le hacía su pequeña mascota. Gryf era un hermoso perro salchicha que siempre acompañaba a Astrid a sus aventuras, era un perro ágil y muy bueno para la caza de roedores, lamentablemente falleció al ser aplastado por un carruaje al cruzar uno delos caminos y espantar al caballo que dirigía al carruaje.
    En la mañana Astrid se despierta recordando a su mascota mientras baja las escaleras para tomar el desayuno, un poco triste y desanimada piensa que más
tarde tomará un paseo por el campo para despejar su mente y de paso ayudar a su madre a recoger las verduras del huerto.

Merlin- Hija te veo muy pensativa y muy distraída, ¿pasa algo?-

Astrid- Eh no mamá no sucede nada, simplemente volví a soñar con
Gryf y bueno... Lo extraño mucho.-

Merlin- Ay hija, yo también lo extraño mucho pero estoy muy segura que aunque no lo creas él está aquí aún con nosotros, solo que no lo
podemos ver (le guiña un ojo).-

Astrid- Jaja si es así que me dé una señal que está aquí presente
entonces.-

Merlin- cuando menos te lo esperes verás que él te dará una señal, ya verás.-

      Astrid y su madre siguieron hablando sobre temas como el trabajo del padre y como últimamente el rey estaba planeando la siguiente batalla contra el reino vecino, mientras juntaban todo tipo de verduras como zanahorias, calabazas, zapallos y hortalizas, luego de la charla con su madre, Astrid se dispuso a tomarse un descanso y a ir a caminar por el bosque de arces.
    Mucha gente decía que era peligroso entrar en ese bosque y otros decían que era todo lo contrario ya que ocurrían sucesos muy poco creíbles pero que te daban suerte, Astrid no le daba importancia a estos comentarios ya que ella desde niña solía ir a jugar y a observar a todo los animalitos, además de que había un río de agua muy refrescante y serpenteante.

     Mientras iba caminando encontró una flor que le llamaba mucho la atención desde niña, ya que casi nunca la veía y justo estaba en temporada, una flor con un aroma exquisito y un color rosado que era muy simple pero a la vez muy llamativa a lo lejos, siempre se veía rodeada de abejas, mariposas y colibríes, ya que el néctar de la flor era muy dulce, embobada por la belleza de la flor, Astrid no se había percatado de la presencia de un pequeño zorro de pelaje negro con anaranjado y con un moño blanco, que se acercaba a tomar agua del río, cuando se dio cuenta de la presencia del zorro casi se cae de espalda ya que se había asustado, y recibió la misma reacción por parte del zorro, este mismo huyendo rápidamente del lugar hacia el fondo del bosque. Impactada por la apariencia del zorro, Astrid quiso seguirlo para descubrir si había más como él, creo que a simple razonamiento de cualquier persona esto no es buena idea, aunque para Astrid si lo era, tratando de seguir a toda velocidad los pasos del zorro Astrid cada vez más se adentraba hacia el fondo del bosque, donde cada vez parecía que se hacía más y más oscuro, cansada ya de correr Astrid se dio cuenta que nunca lo alcanzaría ya que el zorro se metía por lugares con muchas ramas, decidida a volver, empieza a caminar por donde se supone que había venido y luego de 15 minutos caminando Astrid se da cuenta que no era el camino por el cual había venido, así que recordando las palabras de su padre "si algún día te pierdes, sigue el río, el te guiara hacia el pueblo" decide buscar el río para seguirlo y volver al pueblo.

     En el camino Astrid reflexionaba sobre lo todo lo que había sucedido últimamente en su vida, recordando que pronto cumpliría 16 y tendría prepararse para la elección de pretendientes del rey, donde todas las chicas del pueblo se reúnen para postularse como princesas para el príncipe, aunque ella no le quería al príncipe Aldric, ya que era un completo patán, siempre veía como el chico se creía lo mejor de lo mejor y trataba mal a los pobres vendedores del pueblo, solo por el hecho de ser el hijo del rey y tener todos los privilegios, Astrid viniendo de una familia no tan adinerada y con pocos privilegios, sabía lo que costaba vender las cosas del huerto en el mercado, aún así Astrid decidió verle el lado positivo a esto y era que al menos podría ver a la hija del rey, la hermosa y joven cadete Evelyn, era la menor de los Archers y así mismo la menos valorada, casi nunca la veía en los anuncios del rey, y las veces que ella estaba presente se le veía con un estado de ánimo un tanto desanimado y disociado. Astrid parecía ser la única la cual notaba esto, ya que ni los propios padres de Evelyn lo notaban o capaz si lo notaban pero no le daban importancia ya que estaban muy ocupados con el príncipe Aldric que siempre era el centro de atención.

    Pensando en todo esto Astrid se dio cuenta que cada vez se hacía más tarde y que pronto caería la noche, por suerte escuchaba a lo lejos el sonido del agua que fluía, feliz por estar cerca del río comenzó a caminar a paso rápido, ya estando tan cerca del río algo le llamó rápidamente la atención pero decidió no darle importancia y seguir con su camino, unos 6 metros después se encontraba luchando contra su curiosidad por lo que había visto, era algo brillante y que con la luz del atardecer casi noche resplandecía aún más, vencida por su curiosidad volvió unos metros atrás, decidida a descubrir qué era eso que brillaba tanto.

   Después de un rato mirando para arriba, logra divisar algo que parece ser una hoja brillante en la casi copa del árbol, embobada por el color platinado de la hoja decide subir al árbol para cortar la hoja y así guardarla para su colección de hojas extrañas.

     Cuando logra agarrar la hoja, queda aún más cautivada por el increíble color platinado y la textura un tanto regida de la hoja, siendo esto último lo que más le sorprende, ya que al estar debajo del árbol veía que se movía como una hoja común y corriente dejándose llevar por el pequeño susurro del viento, tratando de bajar con la hoja en una mano, da un mal paso haciendo que caiga y se golpe contra unas ramas y con el suelo, un poco aturdida por el golpe se queda unos segundos descansando en el suelo, hasta que siente que le arrebatan la hoja de su mano y cuando se para rápidamente para ver quien era el que le saco la hoja, se llevó una increíble sorpresa. Era el pequeño zorro de la tarde, ambos conectaron inmediatamente sus ojos y Astrid con una mezcla de sorpresa y enojo le gritó:

Astrid: !Tú¡

     El zorro empezó a correr y Astrid imitó la acción del zorro con el propósito de esta vez atraparlo o al menos quitarle la hoja la cual le pertenece.

    Cuando llevaban un rato corriendo, Astrid se da cuenta que gracias al zorro al fin había llegado al pueblo y cuando empezó a reducir la velocidad de sus pasos, el zorro paró unos metros delante para darse vuelta y observar que Astrid se había detenido, en el momento que ve que ella lo deja de seguir y empieza a caminar hacia su casa, el zorro la empieza a seguir sigilosamente hasta el punto que ve que ya está por llegar a la puerta, él rápidamente corre para quedar delante de ella y soltar la hoja e irse corriendo en sentido al bosque de nuevo. No le dio ni tiempo a reaccionar cuando ella vio lo sucedido, aún un poco impactada recoge la hoja y golpea la puerta de su casa para que la abran.

Merlin: ¡Astrid! ¡¿Qué son estas horas de llegar?! ¿Y por qué estás media sucia?! ¿Dónde estabas?!

Rupert: ¿Hija, Dios mío, qué te pasó?!

Astrid: Me perdí en el bosque por seguir a un pequeño zorro que era muy raro y luego quise seguir el río pero me distraje un una hoja y el zorro me volvió a molestar hasta que le corrí y llegué hasta aquí...

Rupert: Hija ya estas bastante grande como para distraerte por cosas tontas, ¿Qué pasaba si el zorro te hacía daño?

Astrid: No sé, pero mira, estoy sana y salva, por favor no se enojen, les prometo que no volverá a suceder.

Merlin: Mmmm, está bien, ahora ve a tu cuarto, límpiate y cambiate de ropa.

Astrid: si mamá.

    Luego de haberse cambiado y bañado, Astrid solamente quiere acostarse en su cama y poder descansar, aunque hay algo que le impide hacerlo y es la curiosidad y la ansiedad, ¿Que a sido todo eso que paso hoy?¿Por qué el zorro se acercó a mí para darme la hoja?. Pensaba ella mientras observaba con detenimiento cada detalle de la hoja.


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   Como andan plebeyos, espero que estén de 10, por aquí les voy a ir dejando mis redes sociales donde subiré de vez en cuando avisando que hay nuevo capitulo y alguna que otra cosa.

Insta:  brujaescritora

Gracias por leer plebeyos, los quiero mucho.


Astrid y la hoja de plataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora