[BL] blue souls

✩ Capitulo 1 ✩

¿Qué carajos?

Si alguna vez pensaste que ser el elegido en una historia sería genial, piénsalo de nuevo. Es estresante y cruel. Créeme, lo sé de primera mano.

Mira, estoy seguro de que alguna vez has contemplado el cielo estrellado. Pero, ¿me creerías si te dijera que cada una de esas estrellas solía ser un guerrero que luchaba por los sueños? Sí, lo sé, suena loco. Pero el astrónomo Claudio Ptolomeo creía que cuando veías una estrella fugaz, el cielo se abría para los mortales. Y entonces podías lanzar tus deseos para que fueran escuchados. Tal vez no estaba tan loco después de todo. Así que si alguna vez tienes un deseo, confíalo a las estrellas; ellas podrían encargarse de cumplirlo. Aunque, ja, menudo lío sería.

Si eres de los que creen en los signos zodiacales y en que la fecha de nuestro nacimiento está escrita en las estrellas, sigue leyendo. Pero si eres como el viejo yo, que pensaba que todo eso eran patrañas y pura ficción, te envidio. Ojalá nunca hubiera tenido que aprender lo contrario.

Ser un guerrero de las estrellas no es fácil. Tener 17 años durante más de 90 años, tampoco lo es. Puedes desear con todas tus fuerzas, pero eso no hará que se cumpla. Debes creer en ti mismo. Si crees en ti, no necesitarás ninguna estrella.

Soy solo un chico a punto de cumplir 17 años, viviendo mi vida como el típico chico popular, conocido por la imagen que proyecta al mundo y no por quien realmente es. Solo era un chico aparentemente mimado con una vida perfecta, que casualmente fue elegido para salvar los sueños y la realidad como la conocemos. Nada del otro mundo, ¿verdad?

Todo empezó cuando mis ojos se posaron en unos cabellos azules brillantes como estrellas y nunca más pude apartar mi vista de ellos.

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-Mierda. ¿Qué carajos acabo de ver?

Fue lo primero que pensé cuando vi a mi profesor de química con las manos bajo la falda de una estudiante de primer año en el cuarto de aseo, no sé que habría pasado si hubiera abierto la puerta tiempo después, pero no servía de nada pensar en eso ante lo que tenía frente a mis ojos.

Me había saltado la clase de la bruja de historia, estaba por creer que realmente tenía algo personal contra mí, ¿Qué culpa tenía yo de que su manera de explicar fuera tan tediosa que ni ella misma se entendía? ¿De qué me servía conocer la vida de personas que vivieron dos siglos antes de que yo naciera?
Pero volviendo al tema, me encontraba fumando en la parte de atrás del patio escolar, El ambiente colgaba pesado y húmedo, en una tarde fría y nublada con lluvia a punto de desatarse.

El pasto, alto y desordenado, Mostraba la falta de una podadora que no había pasado por ahí en mucho tiempo. Bajo mis pies, el suelo se sentía pegajoso y mohoso, como si estuviera respirando la humedad acumulada.

No se veía rastro de ningún vigilante en el área, convirtiéndola en el lugar perfecto para encender un cigarro. No solía hacerlo, pero esa tarde sentía una extraña necesidad. Quería experimentar el humo serpentear desde mi boca hasta mis pulmones, dejándolo escapar luego por mi nariz. Ese ardor me resultaba extrañamente reconfortante.

El aroma del cigarro desenterraba memorias que preferiría olvidar, pero también me recordaba que, de alguna manera, seguía vivo. El caótico pasto y la inminente lluvia formaban el escenario perfecto para perderme en mis pensamientos. En ese momento, el humo del cigarro se convertía en el puente entre mis recuerdos y la cruda realidad, recordándome que, a pesar de todo, seguía respirando.

El equipo pronto iría a las finales, y la ansiedad por el marcador me carcomía. Como vicecapitán del equipo de béisbol, era mi deber llevarnos a las nacionales. Y como si eso no fuera suficiente, pronto tendría un examen de astrología, crucial si quería sumar puntos en ciencias. El profesor todavía no superaba mi experimento fallido; en vez de cambiar de color, el líquido explotó. Así que debía sumar puntos en las asignaturas extras si quería pasar la materia. Vaya suerte me cargo.