En un momento de desesperación se lleva a cabo un contrato estelar. Pero en cuanto las verdaderas identidades son reveladas, los pensamientos y sentimientos de los involucrados tienen que verse lastimosamente afectados.
El general del ejército llegó al salón del trono y se arrodillo de inmediato frente a su rey. "Todo está listo, Majestad. Las tropas están listas para ser desplazadas."
El hombre sentado en el trono de inclinó hacia atrás. "¿En cuanto tiempo pondrás a mis pies el reino lunar?"
"De inmediato, señor." Bajó levemente el rostro. "Una orden suya será suficiente para atacar."
El hombre asintió. "¿Quien liderará las tropas?"
"Yo mismo lo haré con honor por el reino estelar. Traeré a sus pies a la soberana lunar y derrotare su reino, el cual nos impide tomar posesión de lo que nos pertenece."
El rey de inclinó un poco al frente. "Esta vez quiero que sea diferente. Esta vez no serás tú quien traiga esta victoria a mis pies."
"Majestad... yo..."
"El príncipe ha sido entrenado para esto y este es su momento de probar su lealtad y su fortaleza."
"Majestad... esta será una batalla difícil. Él reino lunar no será derribado tan fácilmente. Su soberana posee un gran poder. Incluso podría..."
"¿Acaso dudas de las habilidades del príncipe, general Diamante?"
El general bajó el rostro. "No me atrevería a dudar. Solo que está no será una batalla como cualquier otra. Para poder tomar en nuestro poder a la estrella madre del sistema solar, tendremos que derrotar inevitablemente al reino lunar. Será una batalla muy difícil. Posiblemente el príncipe..."
"Hará lo que tiene que hacer, como único heredero al imperio estelar." Se puso de pie. "Dime, Diamante, ¿Cuantas estrellas hemos conquistado a lo largo de nuestra existencia?"
"Millones, señor."
"¿Cuantas veces hemos sometido a sus guardianes a nuestro control?"
"Millones, señor."
"¿Cuantas veces hemos tomado posesión de su luz y su poder?"
"Millones, señor."
"¿Y cuantas veces el imperio estelar ha perdido una batalla?"
"Jamás, señor."
"¿Por qué entonces consideras que el príncipe no está listo para esto?"
El general guardo silencio un momento. Tenía que ser sabio en sus palabras. "El príncipe es sabio y valiente... más nunca ha liderado una batalla." Pausó un momento. "Está no será una batalla como las demás. El poder del reino lunar es como ningún otro."
El rey se detuvo detrás de el general y coloco una mano sobre su hombro. "El príncipe ha sido entrenado para esto. ¿Dudas acaso de mi juicio?"
De inmediato bajo el rostro. "No, Majestad. Su juicio siempre ha sido sabio."
"Bien, no se diga más." Caminó de regreso a su trono. "Envía por el príncipe de regreso. Su entrenamiento en la constelación andromeda ha terminado."
"Así será, Majestad." Y el general salió del salón con un rostro diferente del que habia entrado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
