Contrato Estelar

Sosteniendo Amabilidad

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Contrato Estelar

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Capítulo

VI

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"... entones viaje a otra luna, conocida como Io, está en Jupiter. Cuando llegué ahí era demasiado inhóspita y me pareció muy interesante apesar de ser tan diferente. Creo que era porque me gusta conocer la diferencia entre..." Pauso un momento al verlo detenerse. "¿Qué es este lugar?"

"¿Acaso no piensas regresar a tu hogar? ¿A que has venido aquí?"

Ella le dio la espalda. "Te lo he dicho. Simplemente llegue aquí por accidente. No puedo regresar aún." Volteó a verlo. "¿Crees que miento?"

"Mira..." Señaló detrás de ella. "Yo no puedo hacer más por ti. Lo único que puedo mostrarte es el camino de regreso. Este camino te llevará por la salida más rápida de este lugar."

"¡Seiya!" Lo llamó cuando él dío media vuelta. "Tú no pareces ser malo. Incluso hasta podría confiar en ti. Ayúdame por favor."

Él continuaba dándole la espalda. "Escucha guardiana, ésta es la mejor manera de ayudarte. Sal de este lugar y no regreses. No siempre podrá haber alguien dispuesto a ayudarte." Y se marchó.

La Sailor miró hacia atrás, la entrada del camino que él habia señalado. Era un camino bien trazado por rocas. Estaba rodeado de algunas flores desérticas. "¡Ugh!" Gruño ella frustrada. "No puedo irme sin encontrar a la reina." Y regresó por el mismo camino por el que él se había marchado.

Pero llegó a un alto.

¿A dónde se había ido él? No pudo haber desaparecido tan rápido. Pero lo hizo. Él no se encontraba por ningún lado.

Ella continuó caminando. Camino bastante.

Esta vez llegó frente a unas puertas doradas. Parecía ser una mansión alejada del palacio. Se atrevió a abrir las puertas.

Y entró.

"¿Quien eres tú?" Se escuchó una voz detrás de ella. "¿Cómo te atreves a atravesar la morada de mi señor?" Se le tomó por el brazo. "¡Te haré pagar! ¡Guardias!"

Ella giró inmediatamente. "¡No, por favor!" Soltó su brazo con fuerza. "Ha sido un error. Llegué aquí por error."

"Vaya, Artemis. Veo que tú también has apresado a la intrusa del palacio." Ambos voltearon al escuchar al recién llegado. "Vine buscando a tu señor y me encuentro con esta sorpresa." Levantó la mano e hizo una señal. Dos guardias entraron enseguida y tomaron por los brazos a la Sailor. "Yo me encargaré de esta molestia."

"Capitán, ésta es la mansión de mi señor. Él es quien se encarga de cualquier asunto."

"No te preocupes. Ésta prisionera salio de mi juicio, pero yo me encargaré de cumplir con las leyes de este reino." Movió la cabeza. "No hay porque perturbar a tu señor con asuntos tan simples."

Y salió. Los guardias llevaban por los brazos a una Sailor que intentaba de todo por liberarse.

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"Majestad, en este instante me gustaría poder enfocar mi tiempo y esfuerzo en la conquista de las constelación del Triángulo."

El emperador lo miró. "Mi orden es que viajarás al reino lunar y le recordarás a su soberana sobre nuestro trato. Permitiré que seas tú quien elija la fecha ceremonial. Quiero que seas tú quien destruya a ese reino y a su despreciable heredera. Serás tú quien haga caer a ese reino con la deshonra de su heredera. Espero que sepas cual es tu misión y cuales son las expectativas." Miró hacia otro lado. "Retírate. Yo pondré a Diamante a cargo de la conquista de la constelación del Triángulo."