Atestiguando Desesperación

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Contrato Estelar

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Capítulo

XXII

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"¡Serenity, espera!" Venus llegó hasta ella y le tomó del brazo para que se detuviera. "¿A dónde vas?"

"¡No lo sé!" La miró. Su rostro estaba lleno de lágrimas. "No importa nada de lo que yo haga... él jamás dejará de verme como lo hace. No importa que haga, él siempre... siempre me odiara por ser quien soy. ¿Por qué simplemente no me puedo perder en la bastidad del universo?" Cayó de rodillas. "Me estoy agotando. ¿Por qué yo? ¿Por qué tuve que ser yo?"

Venus se arrodillo frente a ella. "¿Por qué te importa tanto?"

"Porque él..." Sollozo. "Él..." Bajó el rostro. "Él... sonreía."

"Serenity, no puedes equivocarte." Le tomó por los hombros. "Tu prioridad tiene que ser siempre el reino lunar. Ese es tu destino. No puedes olvidarte de cuál es tu verdadera misión."

Serenity cubrió su rostro. Estaba desesperada y ella misma no estaba entendiendo con plenitud lo que su ser le reclamaba. "No... puedo."

"Será mejor que la princesa regrese a su reino. Yo me encargaré de custodiar su viaje." Llegó Yaten detrás de Venus.

Serenity descubrió su rostro para encontrar a un guardián esperando a unos cuantos pasos de ellas. Enseguida miro a su alrededor.

Yaten entendió qué era lo que la princesa buscaba...o a quien buscaba. "El príncipe ha regresado a Scuti."

Serenity se puso de pie. "¿Por qué con tanta insistencia?" Yaten desvío la mirada de ella. "¡Dime!" Se puso de pie y corrió hacia él. "¿Por qué?" Yaten de nuevo no dijo nada. "¿Será reprimido por lo que hizo, no es asi?" Le dío la espalda por un momento pensando demasiado rápido en obtener que ella podía, quería y debía haber. Después súbitamente giró a ver al guardián. "Guía el camino hacia Scuti."

Yaten la miró sorprendido. Esa no había sido la orden de su príncipe. Él mismo se encontró indeciso al momento. Serenity esperaba una respuesta y Yaten sabía que ella podía hacer una diferencia y quería estar seguro de tomar la decisión adecuada.

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El rostro de Diamante era uno triunfante. La sonrisa de su rostro no podía ser ocultada mientras mantenía el rostro cabizbajo. Su súbdito Zafiro se encontraba de rodillas junto a él. Ambos reverenciado hacia el trono estelar en donde el emperador se ponía de pie lentamente.

"¿Qué es lo que has dicho?" Cuestionó el emperador, mirandolos con enojo. "¿Cómo te atreves a...?"

"Es cierto, Majestad." Zafiro interrumpió. "El príncipe estelar se ha declarado en guerra contra el general del ejército estelar. El príncipe rompió el pacto que usted creó entre ambos." Diamante sonreía ante su bien trazado plan.

El soberano miró de uno a otro. Él jamás se equivocaria. El simple hecho de pensarlo lo enfurecia. "¿Por qué ha sucedido esto, Diamante?" El emperador comenzó a caminar hacia él. "¡Explicalo!"

"El príncipe no es digno de ser heredero del imperio estelar. Él faltó a la orden real que había sido estipulada por su Majestad." Diamante se atrevió a ir más allá. Quería estar seguro de tener ventaja sobre esta batalla.

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