Hajime no Ippo: One-shots.

Wally.

' Preocupación. "

Tú y Wally llevan juntos cerca de 4 meses. No sabes exactamente cómo avanzó vuestra relación hacia algo romántico, pero no te quejas. Él es el chico perfecto; siempre hay risas y cariño a su lado. Eres genuinamente feliz con él, pero últimamente... te preocupa mucho.

Wally ha aceptado enfrentarse a Ricardo Martínez, sí, el mismo que peleó con Date. El pensar que pueda dejar a Wally en la misma o peor condición que a Date te pone los pelos de punta. Pero no te atrevías a decirle nada al respecto; querías apoyarlo en todo, independientemente de si temías.

En este momento, te encontrabas de pie junto a la ventana, contemplando el hermoso atardecer con tonos anaranjados en el cielo. Estabas esperando a Wally, quien últimamente solía llegar más tarde de lo habitual, aunque lo comprendías. Suspiraste, dirigiendo la mirada hacia el suelo mientras apretabas con fuerza tus dientes.

Estabas tan inmersa en tus pensamientos que no te diste cuenta de que Wally había llegado a casa; aunque, entró en completo silencio, deseando asustarte. El chico se acercó lentamente por detrás, envolviendo sus brazos alrededor de tu cintura y reposando su mentón en tu hombro.

— ¡Buu! —  exclamó de repente, apretándote aún más contra él. Te sobresaltaste, pero inmediatamente esbozaste una sonrisa. - ¿En qué tanto piensas, bonita? - preguntó, cerrando los ojos mientras depositaba un pequeño beso en tu nuca.

— En nada, estaba esperándote, es todo. — dijiste, girándote para quedar frente a él; la diferencia de altura era notable. Llevaste una mano a su cabello, acariciándolo. Wally sonrió, le encantaba cuando hacías eso.

— ¿Segura? Últimamente te he notado tensa, amor. —  respondió, apoyando una mano en tu mejilla y acariciándola con la yema de sus dedos. Tú suspiraste aliviada, él lo notó.

De manera repentina, te cargó en brazos, y tú tenías una expresión confusa con mejillas rojizas. Él comenzó a caminar por la casa, dirigiéndose a la habitación. Al llegar, tomó asiento en la cama, dejándote sentada sobre su regazo.

— Será mejor que hables o de lo contrario... te haré muchas cosquillas, eh. —  amenazó de manera infantil, sacando su lengua. Volviste a sonreír, pero rápidamente desapareció; escondiste tu rostro en el pecho de él.

— Wally, ¿estás muy seguro de pelear con Ricardo? —  preguntaste, finalmente quitándote de encima esa pesada pregunta. Wally inclinó hacia un lado su cabeza, notando tu mirada triste.

— ¿Con qué eso te preocupa, no? Sí, estoy muy seguro. —  dijo con total confianza, pero rápidamente suspiró. - No quiero que estés preocupada por mí; si pierdo o gano, me habré divertido allí en el ring. -

Escuchar esas palabras aún te entristecía, pero sabías que así era él, y no podías cambiarlo. Levantaste la mirada, esbozando una sonrisa como pudiste. Wally llevó delicadamente algunos mechones de tu cabello hacia atrás, admirando tu hermoso rostro.

— Prométeme que intentarás evitar salir lastimado. Si algo te pasa, te juro que... —

Apretaste tu mano sobre su camisa, y Wally lo notó. Él sonrió, tomando suavemente tu mentón para acercarse y besar tus labios lentamente.

— Lo prometo, amor. —  tus mejillas se tornaron nuevamente rojas, tranquilizándote un poco más. Wally comenzó a dejar tiernos besos en tu rostro.

— Te amo mucho, quiero terminar esta última pelea y dedicarte más tiempo. Quiero pasar toda mi vida a tu lado, si me lo permites, claro. —  confesó con voz suave, acariciando tu cabello.

Quizás aún sentías miedo, pero confiabas en tu novio. Estarías allí para apoyarlo y alentarlo a ganar. Rezando por su bienestar. Después de todo, Wally era muy diferente al resto de los boxeadores.

Bueno, es algo simple y corto. Quería algo de Wally, lo amo tanto. Espero que les guste. ♡