Infructuoso

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Tras haber montado por casi todo un dia al caballo sentía que mi trasero entumecido, mis ánimos estaban muy bajos, no se que hago y mucho menos que busco lograr, recolecto los Huecos pero siempre aparecen más y de nuevo voy a un cuento, no se si este sea el último cuento o solo otro de los muchos que quizás llegue a visitar, no se como funciona la magia y de solo pensar en cómo es que este maldito libro puede transportarme a estas historias locas y también en cómo esto puede siquiera pasar es un completo fastidio.

No se que es el libro.

No sé qué conexión tiene con mi hogar.

No sé porque solo yo puedo entrar.

No se nada y eso me estresa.

Claro, mi actitud e inminente migraña contrastan con la positividad que irradia el genio, todo el camino estuvo haciendo chistes y referencias al interior de la lámpara, entre otras cosas.

Ojalá pudiera desear que se callara, pero en un cuento donde parece que pueden herirme mejor guardo mis deseos.

Llegamos a una especie de retén militar cerca de donde estaba la choza, este debía ser el ejército del general que Jasper mencionó antes de saltar como un maníaco del caballo.

Unos soldados se acercaron a mí y me hicieron unas cuantas preguntas, trate de contestarlas con la verdad, más ambos se detuvieron y me pidieron que les siguiera después de ver mi brazalete, baje del caballo y deje que me llevaran.

Me guiaron a través del tumulto de guerreros hacia un apartado donde se estaba levantando una carpa para sombra y en ella una mujer armada extendía un mapa en el suelo, aquella tenía rasgos muy... ¿Curiosos? parecía feroz pero sin dejar de parecer mujer.

- General, este hombre trae el Ahura mazda, venia solo en un caballo.

¿No podían ver al genio? él literalmente estaba flotando en medio de todos.

- Retírate el Hiyab.- Ordenó la mujer, supongo que se refiere a la tela que me cubre la cara y que me lleve todo el tiempo, aun cuando Alina nos ataco a mi y al príncipe (por si se me olvido aclararlo), acatando la orden retire la tela que ahora se que se llama Hiyab.

- Un extrangero. ¿Qué haces por aquí? y ¿de donde sacaste el brazalete?- Un cosquilleo me recorrió la espina, esta escena la había repetido con Jasper.

- El brazalete se me fue confiado, El príncipe lo descubrió en mi brazo también y se encargó de que le acompañe.

Su cara cambió cuando mencione al príncipe, dejó de mirarme con duda y pasó a hacerlo con desagrado mientras se levantaba y con pasos espeluznantemente similares a los de Jasper quedó a un metro de mi.

Uno de los soldados detrás de mí trató de refutar mi historia alegando que el príncipe no me reclutaria a mí "un extrangero" para algo tan importante como la búsqueda de la lámpara, Pero ella le silencio.

- Continua.

y continúe.

- El príncipe no me reclutó, me ofreció ayuda para encontrar a un amigo mio pero nunca pudo proporcionar dicha ayuda, Ambos encontramos la cueva de las maravillas pero yo no entré con él y antes de que saliera un grupo de malhechores me emboscaron y cuando el príncipe salió, también a él, actualmente Alina tiene al príncipe.- Hecho piedra, pero si lo tiene. mentira no fue.

- ¿Alina? ¿Ella tiene al príncipe?
Asentí y pareció pensar sobre mi declaración.

- ¿Cómo sabes que fue ella? pudo haber sido una banda de ladrones o piratas de arena comunes.

- El príncipe me advirtió de ella, él me pidió que huyera y que encontrara al general Jafar, El me pidió que buscara ayuda y sacrificó su libertad para que llegara aquí.

Belial, Detective de cuentos. [MaleO'C x Princesas genderbender ] En Edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora