Un detective poco comun

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Un detective se define como: aquel que investiga ciertos hechos, así como las circunstancias que los rodearon, y así como las personas relacionadas o involucradas con los mismos. Fue una sorpresa para mí que un libro escondido debajo de un tablón suelto en la casa de mi abuela Sandra comenzará a llamarme para resolver casos y ayudar a los personajes de sus páginas, el libro en sí se veía como el libro de cuentos para cualquier niño de otros tiempos, con ilustraciones viejas y letras en una tipografía bastante refinada y casi borrosa debido a la tinta de esos días.

Los cuentos del libro, por otro lado, son ilegibles para mí, tal vez esté en otro idioma o quien lo escribió tenía dislexia, las palabras que no son borrosas están en orden completamente absurdo, haciendo que su interpretación sea para mí un trabajo imposible. Admito que al principio, cuando lo encontré ni siquiera quise leerlo y solo me puse a contemplar los dibujos en él, ya pasado un rato decidí leerlo, pero no pude, fue uno o dos días después de volver de casa de mi abuela (a la cual por cierto le robe el libro) que me dispuse a traducir los cuentos, use todo tipo de traductores en internet, pero nada salió congruente.

Me rendí y supuse que era un libro muy mal hecho que habían conseguido por error y de alguna manera terminó ahí metido en el tablón escondido, simplemente decidí que tenía mejores tareas y deberes en los cuales ocuparme que desencriptar un libro sucio.

Los días pasaron y nada cambió mucho, la preparatoria seguía igual y yo había repetido dos veces el último semestre por perezoso, llegaba y hablaba con los adolescentes de ahí, una o dos veces me confundieron con el maestro por dos razones, la número uno es claro por qué no me veo de 19 años, por mi altura y mi complexión parezco de 20 o 21 y la segunda es porque ninguno de ellos me había notado en otras aulas en las que también figuraba, curioso y gracioso al menos para mí.

No tengo muchos amigos y los tres o cuatro con los que hablo más seguido ya ni siquiera están en mi curso, por ello me sorprendió escuchar como mi celular vibraba en algún lugar de mi cuarto, sin embargo, cuando lo busque por sobre las colchas y en algunos libreros no estaba, donde lo encontré fue en el bolsillo de mi pantalón y no estaba vibrando como yo había escuchado, lo seguía escuchando aún después de ver que no era mi celular, por lo que supuse que era el de mi mamá e igual lo busque, pero no era un celular, era el libro lo que vibraba.

Decir que no me sorprendí sería mentira y sería poco para la confusión que experimentaba, ese día abrí por primera vez el libro y me introduje en un cuento, literalmente, por primera vez, si mal no recuerdo, estaba en el mundo de Narnia y mi primer misterio a resolver resultó ser acerca de una de las hermanas, la mayor Susan estaba siendo la traidora y no Edmund, todo fue algo caótico y admito que no fue un trabajo ni mínimamente bueno como detective, ya que en ese cuento terminaron destruyendo el ropero por mi culpa, pero lo bueno fue que descubrí que ciertos objetos con relevancia para la trama estaban siendo corrompidos y por ello los cuentos terminaron cambiando, el segundo cuento no fue tan sencillo porque tuve que hurtar la capa de caperucito, porque si, al parecer aquí los sexos estaban opuestos y bueno eso tampoco término de la mejor manera, ya que mientras más tiempo estoy en un cuento más rápido los eventos y los personajes resultaban irse contra mí, todavía no tengo una razón concreta para eso, en el tercer cuento recibí dos lecciones, la primera fue que debo tener cuidado de no llamar la atención de los personajes tanto como sea posible y la segunda fue que puedo utilizar estos objetos corrompidos que recolecto para ayudarme a completar mi propósito. Por cierto, el tercer cuento fue "El caldero negro".

Los tres objetos reunidos hasta ahora eran; El arco de Susan (que en la versión alterada resultó ser de Edmund, ya que ahora no era él quien delató a los niños en la casa de los castores), La capa de caperuza que ahora era caperuzo y también resultó ser un cazador despiadado con fetiches por la sangre y los furros, por último la espada del rey viejo, esta última la robe descaradamente de Taron y tras la intervención de "Prólogo" pude salir de ese cuento de pesadilla, aún no estaba seguro de cómo usar la espada o porque precisamente tomar el objeto cuando lo podía destruirlo cuando lo tenía aunque si soy sincero Prólogo no me lo prohibió solo me lo aconsejo, hasta ahora no he destruido ninguno debido a que puedo utilizarlos para defenderme en otros cuentos (como mi compañero misterioso dijo), ahora me dedico a recolectar los "huecos" como yo llamo a los objetos malévolos en nombre a los antagonistas de un libro que leí hace tiempo de unos niños con poderes.

Lo que me lleva a este preciso momento en el receso de mi preparatoria, no pude acabar mi lonche por culpa del libro que comenzó a vibrar en mi mochila, uno pensaría que podría solo ignorarlo, pero eso ocasiona que el objeto maldito devore ese cuento, provocando que todas las versiones de esa historia sean borradas de la realidad y eso no tiene buenas consecuencias, ¿cómo lo sé? El primer cuento fue como ya les había dicho MUY DESASTROSO.

Ahora solo yo recuerdo Narnia. Pero eso es aparte.

Guardo mi lonche en mi mochila y voy al baño de hombres del tercer piso, es el que nadie usa por ser el más lejano, solo ahí me atrevo a sacar el libro viejo.

– Aquí vamos.- suspiro resignado y abro el libro, sus páginas brillan mientras se mueven hacia una hoja en concreto y entonces varios flashes de luz me obligan a cerrar mis ojos, como en las otras veces, esta vez me dejo llevar con suavidad.

Al abrir los ojos ya no estoy en el baño, me levanto ya sabiendo cómo debo proceder justo ahora; saco mi libro viejo del brazalete mágico en mi muñeca y trató de encontrar una página que sí pueda leer.

El brazalete fue una gran incógnita la primera vez que entré a un cuento, no sabría decir exactamente que es o cuál es su función primordial, pues ni siquiera mi compañero oculto pudo decirme la razón de este. Ojeo las hojas del libro buscando algo que pueda ser entendible y ese será el cuento donde me encuentro.

Aladdin.

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1115 palabras para empezar bien.

El dia de hoy hay doble actualizacion y despues se haran actualizaciones cada viernes a las 12: a.m. aprox.

si tienen comentarios sobre la historia o sobre faltas hortograficas por favor diganlo en los comentarios.

Belial, Detective de cuentos. [MaleO'C x Princesas genderbender ] En Edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora