Jungkook.
No me gusta que ningún hombre esté cerca de mi Yoongi.
Nunca me di cuenta de cuantos de ellos están alrededor. Los entrenadores que se quedan boquiabiertos cuando lo saco de la habitación envuelto en una manta. Mi manager. Los periodistas. Mi chofer. Todos quieren hablar conmigo, felicitarme, y si tuviera dos manos libres, seguramente estarian envueltas alrededor de sus cuellos. ¿No ven que no necesito sus felicitaciones?
El único premio que necesitaré está tratando de esconder su hermoso rostro en mi pecho.
—Nos vamos a casa ahora, kotik. Te dare de comer y te llevare a la cama.
—Jungkook. —Agacha la cara para ocultarla de un fotografo y le doy una mirada al hombre que le arruga las pelotas. Por un lado, disfruto de que mi relación con Yoongi se publique en todo el mundo, para que todos sepan que él me pertenece. Y punto. Por otro lado, estoy muy, muy molesto por su incomodidad. Es por eso que él irá a mi casa y se quedara allí indefinidamente. Hasta que descubra como proceder con estos nuevos sentimientos.—Jungkook. —Dice en mi pecho. —Tenemos que hablar. Es importante.
—Si, Yoongi. —Lo sostengo más cerca. —Ya casi estamos en el coche.
Asiente, pero hay un surco entre sus cejas.
—Papi. —Me llama.
Encuentro que esto me gusta mucho.
Mi instinto es cuidar de él. Ha sido así desde que llegó al centro de entrenamiento y una voz me susurró que lo acunara en la parte de atrás de mi cabeza. Mis pelotas están vacías, por ahora, y todavia tengo estos intensos impulsos de satisfacerlo de otras maneras. Calmarlo en un baño, frotarle la espalda hasta que se duerma, alimentarlo con helado, cepillarle el pelo. Ni siquiera se si tengo un cepillo adecuado para el su cabello ondulado, pero deben estar disponibles para su compra en algún lugar.
Otro hombre mantiene abierta la puerta de la entrada trasera de la arena y yo me agacho, me giro y atravieso lentamente la abertura, para asegurarme de que Yoongi no se golpee. Mi todoterreno negro está allí, en espera, y lo coloco en la parte de atrás, subiendo tras él.
El inmenso alivio afloja mis músculos cuando estamos encerrados dentro del auto y en movimiento. Lejos de la gente. Hacia un hogar donde estaremos solos.
Sin ojos. Sin hombres mirando mi kotik.
Llevo a Yoongi a mi regazo y abro la manta un poco, para poder mirar su dulce y flexible cuerpo. Le tiro del escote de su vestido blanco hasta que sus tetas están casi fuera. Se sacuden con cada bache en el camino y mi polla se pone rigida de nuevo.
—Si. Serás una gran distracción. —Suspiro, pasando un dedo por sus pezones. —¿De qué necesitabas hablarme?
Lucha por sentarse en mi regazo. —Mi hermano. Se lo llevaron durante la pelea.
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𝗞𝗢𝗧𝗜𝗞
Action୨ৎㅤjungkook ⊹ yoongi ୨ৎㅤyoongi bottom ꒰ bp ୨ৎㅤboxeo ୨ৎㅤprólogo + 8 capítulo + epílogo