JungKook es un mago muy capaz, que se infiltra en la aldea vecina. Suyai es aquella aldea; que, al igual que la suya, es sostenida por cuatro pilares que la mantienen en pie.
Sin embargo todo lo que había venido preparando se va abajo cuando aquel m...
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JungKook miraba a JiMin, el Omega balanceaba sus piernas en el aire con calma.
El alfa apenas estaba regulando su respiración, entrenar por las noches con YoonGi, y correr en las mañanas con JiMin, era agotador y casi no tenía descanso.
─Por hoy perdiste tu oportunidad otra vez JungKook, suerte en tu entrenamiento con TaeHyung.
JungKook hizo puños sus manos, apretándolos con fuerza cuando JiMin se esfumó.
Había perdido otro día fundamental. Tenía solo un mes como máximo para asegurar la información y ayudar a su aldea a prepararse como es debido.
Se dejó caer en el suelo, su respiración aún tratando de regularizarse por el cansancio. Tenía que recuperarse rápido, en unos minutos TaeHyung estaría ahí para iniciar su entrenamiento.
Aunque, si lo pensaba bien, TaeHyung podía hacerle un masaje relajante como la otra vez. No sonaba mal.
Se levantó con esfuerzo, y caminó hacia donde usualmente estaba TaeHyung, en la finca.
Tardó más de lo que esperaba, pero ahí estaba. TaeHyung sentado con las piernas cruzadas, bebiendo té.
TaeHyung solía tomar té a base de hierbas.
─Hola TaeHyung.
El Omega volteó, sus ojos se agrandaron al verlo en ese estado.
─Por Luna, te ves demacrado. ─TaeHyung se levantó, su rostro demostrando clara preocupación.
─No lo había notado.
TaeHyung lo miró con notoria desaprobación y tomó la mano del alfa para llevarlo dentro de la finca.
JungKook evitó sonreír; TaeHyung le generaba una paz increíble.
─Vamos a darte un masaje.
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JungKook volvió a colocarse la camisa, sus músculos estaban menos tensos y su cuerpo volvía a sentirse ligero.
El alfa alzó la mirada, viendo a TaeHyung de espaldas ordenar sus cremas y lavarse las manos.
