JungKook es un mago muy capaz, que se infiltra en la aldea vecina. Suyai es aquella aldea; que, al igual que la suya, es sostenida por cuatro pilares que la mantienen en pie.
Sin embargo todo lo que había venido preparando se va abajo cuando aquel m...
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─Eh, TaeHyung ─llamó JungKook, tambaleándose un poco─. ¿Estas seguro de esto?
JungKook estaba en una madera que estaba encima de una piedra redonda (cortesía de TaeHyung), mientras sostenía dos cubetas de agua llenas. El objetivo era no caer ni dejar que el agua se derramara.
─Completamente, esto ayudará a que concentres tu equilibrio ─contestó el Omega, quien escribía algo en su cuaderno, sin ver a JungKook.
El de hebras rojas jadeo, sus brazos estaban empezando a doler debido al peso, y sus piernas ya se estaban adormeciendo. Además, el hecho de que estuviera yendo de un lado a otro sin estar quieto, dificultaba la labor.
La roca circular hacia que fuera de un lado a otro. Y tenía que tener cuidado porque en un mal movimiento y caería, terminando empapado.
─TaeHyung, de verdad no creo que-
─Tú confía ─insistió el Omega, y JungKook paso saliva.
¿Confiar? ¿Confiar en que? ¿En que caería? Eso era más que obvio.
Al final, lo inevitable ocurrió, cayó y el agua cayó también sobre él. Sus prendas quedaron empapadas y su cabello igual.
─Bien, falta de fuerza, apoyo y debilidad en las piernas ─enumeraba TaeHyung, dejando su cuaderno a un lado y acercándose a JungKook─. Ya sé cómo trabajar.
─¿Esto era un experimento? ─Se quejó JungKook, y TaeHyung asintió con una sonrisa─. No pues, gracias.
TaeHyung arrugó su nariz, extrayendo el agua de las ropas de JungKook, dejándolo seco en cuestión de segundos.
─Listo, ahora sí, haz unas cuantas sentadillas, luego practicaremos fuerza y para que sepas, en todo momento vas a practicar el equilibrio.
JungKook ya se veía en un futuro con dolores en todo su cuerpo, aunque supuso que valdría la pena si al final eso lo hacía más fuerte.
JungKook siguió la rutina que TaeHyung le dio, mientras esté seguía escribiendo en su cuaderno.
JungKook no lo entendía, donde suponía que el Omega estaba interesado en él, ¿no debería prestarle más atención? Porque de no ser por las palabras de TaeHyung, habría creído firmemente que él solo lo veía como un amigo.
─TaeHyung, ya llegué.
JungKook rodó los ojos. Lo que le faltaba, SeokJin siempre parecía llegar en los peores momentos.
Siguió con su entrenamiento, viendo de reojo la dulce sonrisa que TaeHyung le regalaba a SeokJin.
─Hoy llegas más temprano de lo habitual.
─Estoy emocionado, es todo.
Y como siempre, SeokJin ignoraba su presencia.
─¿Y por qué? ─Se atrevió a preguntar, y contrario a lo que pienso, SeokJin lo miro con respeto, no con soberbia, ni burla.
