Demasiado Joven para Morir -COMPLETO-

Capítulo 17

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Demasiado Joven para Morir.

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Capítulo 17.

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Dejé caer la rebanada ahumada de lengua de sapo en el caldero plateado y la metí con cuidado con el palo ceremonial afilado. Las burbujas escaparon del trozo de carne mientras se ahogaba en la poción increíblemente brillante y disminuí el calor en cinco grados centígrados. Me di un paso atrás y me dejé caer en una silla. Esta poción estaba casi a la mitad, y en una semana, se haría. Satisfecho con el pensamiento, abrí mi tomo en imbuement y continué la lectura interesante.

Si encuentro el equivalente numerológico de la tela banshee, debería ser bastante fácil establecer el ritual de imbuement. Finalmente concluí cuando alguien llamó a la puerta.

"Vagina shampoo." murmuró una voz molesta detrás del panel de madera mejorado mágicamente.

Rompí una risita y la abrí. "Esa contraseña solo se vuelve más divertida." Reflexioné en voz alta.

Alyson sacudió la cabeza y puso los ojos en blanco mientras ponía un pie en mi autoproclamado laboratorio de pociones personal y completamente ilegal.

"Uno pensaría que te tomarías las cosas un poco más en serio teniendo en cuenta la situación ... en la que te encuentras. El único tema de discusión en la escuela en este momento es el asunto Zabini, también conocido como Harry Potter, un mago oscuro o no.." ella amonestó, su enfoque se siente atraído por el caldero ligeramente zumbante como una polilla a una llama.

"Para qué sirve esta poción?" ella preguntó, curiosamente interesada en el brebaje. Eran los humos, supuse, las cosas que contenía esta poción eran alucinantes, y cualquier mago lo sentiría inhalando los humos.

"Tiene el nombre muy dramático de... Sí, se traduciría en 'justicia sacrificial'. No te diré lo que hace, principalmente porque simplemente no lo entenderías." Le expliqué con orgullo, caminando alrededor del caldero brillante para enfrentarla de una manera cada vez más dramática. "Es solo uno de los primeros pasos hacia mi gran propósito. El otro primer paso es para lo que te llamé aquí." Golpeé mis manos al borde, sorprendiéndola por su fascinación.

Era hora de comenzar a establecer el ritual, mientras que todavía podía moverme con relativa libertad en el castillo.

Saqué mi varita y nos desilusioné a los dos perfectamente sin decir una palabra.

"No hables hasta que te lo diga. Por supuesto que entiendes que estamos destinados a no ser vistos."

Ella asintió, tomé su mano y la saqué de la habitación, sin olvidar encerrarlo con un encanto tan oscuro y demasiado complejo que incluso los duendes tendrían que forzarlo a abrirse con explosivos para entrar.

Nos movimos en silencio a través del castillo, la guié intencionalmente en pasillos no utilizados, tomando desvíos más largos para evitar a las masas. Llegamos a nuestro destino después de casi una hora de trekking en la profundidad del castillo. La roca se había vuelto húmeda y húmeda en algunos lugares, la luz no la alcanzaba desde hacía mucho tiempo, las telarañas eran gruesas como la tela y solo las pinturas más molestas se exiliaban en ese lugar. Toda la habitación no se usaba alrededor de estas partes, y había puesto mis ojos en un auditorio particularmente grande y antiguo para establecer mi ritual.

Abrí la puerta y entré en el santuario, la pieza central de mi vida, y en lo que a mí respecta, el mundo entero. En esta sala, el destino de todo debía ser sellado. Era de diseño antiguo, las filas estaban hechas de piedras grandes y el gran tamaño de la habitación hacía necesarios cuatro gruesos pilares de piedra redondos para sostener el techo, completo con semi-arcos y todo. Una catedral de algún tipo.