Demasiado Joven para Morir -COMPLETO-

Capítulo 10

Compraría los derechos de HP, pero perdí mi tarjeta de crédito. Hasta entonces, todos los derechos pertenecen a Rowling, etc.

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Demasiado Joven para Morir.

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Capítulo 10.

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Me estremecí y moví mi reloj de pulsera más cerca de la linterna. Queda una hora antes de la clase de Transfiguración.

Esta vez no pude esperar más. Cerré el volumen pesado y me puse de pie. Había estado leyendo durante tanto tiempo que el puente ahora había girado un círculo casi completo. O eso supuse, no como si realmente fuera posible estar seguro en la sección inferior de tono negro. No solo estaba oscuro, sino que había una niebla rastrera y escalofriante, lo que hacía aún más difícil ver más de diez pulgadas frente a ti. Lo juro, tiene que haber un dementor encadenado aquí abajo. Pensé, estornudando una vez más.

Miré el libro en el que me había decidido, casi seguro de que contenía la ayuda que necesitaba. Una cosa es segura, no puedo soportarlo. El Volumen de Los Manticores Rojos no era un libro tan viejo, que data del siglo diecisiete y fue el recuerdo final de todos los logros de Los Manticores Rojos, escrito por el último de sus miembros y parcialmente traducido del Ruso al Inglés por una persona desconocida que había relleno crudamente las hojas traducidas entre las páginas. Contenía muchos rituales, muchas explicaciones del por qué y el cómo. Sin embargo, solo lo interesado que me interesaba.

Por lo que ya había leído cuando desnudé el tomo grueso durante unas docenas de minutos, Los Manticores Rojos eran un grupo muy secreto de Necromantes que tenían todo tipo de experimentos durante el siglo diecisiete.

Con menos de diez miembros, el grupo había permanecido en secreto durante décadas, revolucionando la Nigromancia y preparando sus planes en las sombras, reuniéndose en bosques y cuevas remotas.

Porque tenían planes. Si bien eran un grupo de nigromantes hábiles interesados en compartir sus conocimientos para superar los límites de las artes oscuras, también tenían un propósito político. Se hicieron momentáneamente famosos cuando intentaron derrocar al gobierno mágico ruso con un solo escuadrón de magos no muertos. La Nigromancia estaba tan bien hecha que los muertos vivientes se infiltraron con éxito en el ejército del Zar y lo atacaron desde adentro. La trama fue contrarrestada por pura suerte, ya que el Zar estaba en su baño en lugar de en su cama, cambiando su horario habitual por primera vez en años, por capricho. El escuadrón de muertos vivientes fue aniquilado después de unas horas de batalla violenta, y los Necromantes fueron cazados y ejecutados. Solo uno sobrevivió y compiló el mismo libro que tenía.

Lo que realmente me llamó la atención fue la mención de Yevgeny Melor en la introducción, el estratega de su grupo. Aparentemente había recreado su propio cuerpo a la perfección y selló una parte de su propia alma dentro de él, dividiéndolo en dos. Ya había visto menciones de tal acto en mi libro de magia del alma, el acto de desgarrar tu alma en dos para almacenar una pieza en un lugar seguro para sobrevivir si tu primera parte es destruida. Este tipo había creado un gemelo de sí mismo y trabajó con él en las diversas estrategias que pusieron. El mismo cerebro trabajando consigo mismo en un problema, qué extraño debe ser.

Subí las escaleras de nuevo, preguntándome cuánto valdría ese libro. Era único y contenía datos realmente interesantes, pero se había almacenado en la sección inferior, donde pocas personas deambulan, y no se tradujo casi por completo. Demonios, todos los detalles técnicos son crudos y no traducidos.