En esta no

Candice Andley

"Hay almas gemelas que quizá nunca dormirán juntas, sin embargo siempre se soñarán."

Rose Candice Andley-Kleis desde el primer instante que nació se vió rodeada de un aura llena de misticismo a su alrededor, que a muchos podía agradarles y a otros provocaba se les erizara la piel.

Llegó muchos años después que sus hermanos mayores, así que vivió la mayoría de su infancia solo acompañada por esas sombras y susurros que le daban siempre un aire soñador.

Fue en una tarde de verano mientras vacacionaban en Lakewood, la fina brisa se comunicaba con ella mientras vagaba en el jardín de las rosas, una voz que ella conocía bien la sacó de su ensoñación.

-¿Te estás divirtiendo?- la voz de barítono de su padrino la sacó de su ensoñación.

-un poco- dijo dirigiendo una gran sonrisa desdentada con sus grandes ojos azules como el cielo que parecían atravesar tu alma- ¿Quieres que te diga un secreto?

El caballero la tomó de la mano y se sentaron en una banca cercana a los rosales.

-Ella aceptó tu promesa y te esperará. Solo que está vez tendrás que llamarla- le susurró al oido- tienes que desearlo con todo tu corazón.

Terry se quedó sorprendido ante lo dicho por su ahijada, pues solo él sabía aquella promesa que hizo quince años atrás.

-pero no te preocupes que yo te ayudaré a recordar lo que tienes que hacer.Anda llévame por un helado- finalizó la pequeña cambiando el rumbo de aquella plática.
Y así padrino y ahijada se alejaron de aquel hermoso jardín.

Candice creció para convertirse en una hermosa jovencita, a la cual nunca le importó el que la gente rehuyera de su lado, sabía que su misión sería reunir a aquella pareja a la cual el destino le debía la felicidad.

Con el paso de los años, la mansión Lakewood tuvo que ser vendida irónicamente a la familia Graham-Banner, con una sonrisa en el rostro la rubia se despidió de los fantasmas que ahí habitarían hasta el final de los tiempos.

Nota de la autora: el personaje de Candice, como podrán suponer hija de Albert y de Karen, es una mezcla de Clara del Valle, del libro "la casa de los espíritus" y Melinda Gordon de la serie "Ghost whisperer". Su apariencia física y las vibras que ella emite las quise transmitir como las de Luna Lovegood (Harry Potter).