MARTIN
Salió de su habitación bastante más pronto de lo que le hubiera gustado, pero era solo su tercer día de clases, y no quería llegar tarde.
El día anterior había sido bastante aburrido, la mayoría de profesores solo habían introducido la asignatura. Lo único bueno había sido que compartía todas sus clases con Ruslana, por lo que habían pasado la mayor parte del tiempo hablando.
A la hora de la comida habían sido solo Ruslana y él, y un poco más tarde Chiara, que había conseguido llegar a comer con ellos después de que su última clase terminase. Sin embargo, no se encontró con Juanjo por los pasillos, como había hecho el primer día; ni a ninguno de sus amigos, no es como si se hubiese estado fijando solo en el chico.
- ¡Martin venga! – le metió prisa Ruslana, ya vestida y con su mochila, esperándole para salir.
Normalmente a Ruslana la puntualidad no era algo que le preocupase demasiado, pero desde que había empezado a salir con un chico llamado Omar, iba todas las mañanas a la cafetería en la que éste trabajaba, y ahora también llevaba a Martin, y a Chiara cuando podía.
Martin corrió hacia su amiga, que ya estaba en la puerta del piso, intentando ponerse la sudadera con una mano y cogiendo su mochila con la otra.
- ¿Y Kiki? – le preguntó Martin a Ruslana, con una expresión de confusión en el rostro.
- En casa de Violeta, se quedó a dormir con ella – le contestó Ruslana, mirándole con una sonrisa pícara, llamando la atención del chico.
- ¿Sabes algo que yo no sepa Rusli? – cuestionó Martin, mirando atentamente a su amiga, esperando que le contase lo que sabía.
- Solo sé que Violeta ha roto con su novia, Chiara no me ha querido decir nada más.
Chiara llevaba enamorada de una de sus amigas, Violeta, desde hacía un año, cuando Ruslana y ella se habían mudado a Zaragoza. Desgraciadamente, a pesar de que tanto Martin como Ruslana estaban convencidos de que Violeta estaba interesada en Chiara, esta tenía novia. Si era cierto que habían cortado, Chiara podía tener posibilidades con la chica que le gustaba por fin.
Martin y Ruslana estaban bajando los tres pisos de escaleras de su edificio en un silencio cómodo, hasta que la chica decidió romperlo.
- ¿Y algo que tú quieras contarme Martinchu? ¿Alguna novedad en tu vida amorosa? – le preguntó Ruslana interesada.
A Martin le pareció raro que le hiciera esta pregunta, pues llevaba menos de una semana en su nuevo hogar, y la única gente nueva que había conocido eran los amigos de Ruslana y Chiara, por lo que debía saber que no tenía nada que contar.
- Sabes que no Rusli, si no me ha dado tiempo a conocer a nadie – le contestó Martin, curioso por ver a dónde quería llegar su amiga.
- Bueno, conociste a Paul, Álvaro, Bea y Juanjo.
- Paul y Álvaro están liadísimos, y Bea es lesbiana y tiene novia Rusli, no sé a dónde quieres ir a parar – le contestó Martin, omitiendo uno de los nombres y rezando porque su amiga no se diese cuenta. Obviamente no tuvo tanta suerte.
- Lo sé tonto, me refiero a Juanjo – le contestó levantando las cejas, como si fuera obvio.
- ¿Ése no es hetero? Además, fue muy borde conmigo – le contestó el chico a la pelirroja. Lo cierto es que Juanjo le había parecido muy atractivo, pero no se iba a rebajar a admitir eso con alguien que le había tratado mal sin merecérselo, y menos todavía si el chico era hetero.
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Dovios - Juantin
RomanceCuando Martin se muda a Zaragoza para vivir con sus dos mejores amigas, Ruslana y Chiara, y para empezar su primer año de Artes escénicas en la universidad, conocerá a mucha gente nueva, como Álvaro, Bea, Paul, y sobre todo, Juanjo.