Capítulo 5

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MARTIN

Martin se despertó desanimado pues todavía era jueves, y aún le quedaba un día más para terminar su primera semana de universidad, que se le estaba haciendo eterna.

Lo cierto es que se lo estaba pasando muy bien, las clases eran muy interesantes. Trabajaban varias disciplinas como el canto, la interpretación, el baile... Era todo lo que habría podido soñar, pero entre las clases, el club de teatro y tener que adaptarse a una nueva ciudad y a socializar en una misma semana estaba agotado.

Se levantó de la cama lentamente, pues tenía bastante márgen hasta la hora a la que debía estar en la universidad. Después de ponerse ropa cómoda, una sudadera y unos pantalones anchos, fue a la cocina con la intención de hacerse un Colacao y vaguear durante la siguiente hora.

Sin embargo, su plan fue frustrado cuando Ruslana le interceptó en el salón, a solo unos pasos de su ansiado desayuno.

- ¡Martin! ¿Te vienes con nosotras al bar de Omar? - le preguntó la pelirroja, y solo entonces Martin se dio cuenta de que su otra amiga estaba poniéndose los zapatos en la puerta del piso, ya preparada para salir.

- Uff, que pereza Rusli - le contestó el chico, haciendo una mueca. No le apetecía nada ir andando hasta el bar del chico esa mañana, solo quería tumbarse en el sofá y no hacer nada que no fuera estrictamente necesario.

Pero no tuvo tanta suerte, ya que tanto Ruslana como Chiara (que se había acercado a ellos tras calzarse) le pusieron caras de pena para intentar convencerle.

- Come on, que nunca vamos los tres juntos, porfi.

Martin suspiró, dándose por vencido, ya que sabía que era incapaz de resistirse cuando se empeñaban en convencerle de algo. Además era cierto que no habían conseguido salir los tres juntos en toda la semana, y Martin había echado de menos su tiempo Marruski.

- Vale - contestó alargando la a resignado - pero me invitáis al Colacao.

Sus amigas asintieron aceptando su condición y le esperaron frente a la puerta mientras Martin buscaba sus zapatos. Una vez que estuvieron todos listos salieron del piso y se dirigieron al bar del novio de Ruslana.

Tras unos minutos de caminata en los que Martin solo escuchó la conversación de sus amigas, ya que estaba demasiado cansado como para intervenir, llegaron a su destino. Entraron y la pelirroja fue directamente a saludar a su novio, mientras que Martin y Chiara esperaron detrás a que dejasen de besarse para saludarle también.

- ¡Hola chicos! – les saludó Omar cuando se separó de Ruslana, sonriente como siempre. - ¿Qué tal vuestra primera semana?

- Yo necesito un Colacao – respondió Martin, sentándose con pesar en la barra. – Invita tu novia.

Omar se rio ligeramente ante su dramatismo mientras comenzaba a hacerle su bebida.

- ¿Tan mal?

- A mí me va genial – contestó Chiara, sentándose a su lado. – Os tengo que contar lo que me pasó el otro día con mi profesora.

Y así, con su Colacao en la mano y entre charlas y risas se pasaron la siguiente hora. Martin se alegró de no haberse quedado en casa.



Las clases de ese día se le pasaron rapidísimo. Tal vez porque estaba de buen humor por esa mañana, o tal vez porque sabía que iba a ver a Juanjo en la comida.

- ¡Oye! Martin, ¿no? – preguntó Naiara, la amiga de Bea y Juanjo que había conocido el otro día en teatro.

- Sí, y tú Naiara – contestó Martin con una sonrisa mientras la esperaba para salir de clase. Ruslana no estaba ya que se había adelantado para hablar sobre no se qué con Chiara.

Dovios - JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora