𝐃𝐄𝐋𝐈𝐂𝐀𝐓𝐄|| Jeon Yunwon, una chica con su reputación manchada por rumores y traumas de relaciones pasadas, haciendo que no quiera tener una relación de nuevo, hasta que conoció a ese chico.
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Estaba en mi casillero guardando rápidamente los libros que necesitaba. Me había dormido tarde por haber estado hablando por mensajes con Jake toda la noche, lo que ocasionó que me despertara tarde.
Mientras sacaba mis libros, una polaroid cayó al suelo. Mi mundo se detuvo cuando la tomé entre mis manos; era una foto mía y de Sunghoon esa noche.
Flashback...
Había discutido con Yoon por culpa de Sunghoon. Nos peleamos por algo realmente tonto y quería olvidarlo.
— ¿En serio te irás con él y me dejarás aquí?
— Nada te pasará. Además, te dije que podrías venir con nosotros.
— No quiero y no puedo, Won. ¿En serio te irás?
No le contesté y simplemente me fui subiéndome al carro de Sunghoon, quien me esperaba.
— ¿Nos vamos?
Sonreí en respuesta mientras me colocaba el cinturón de seguridad. Volteando hacia la ventana vi a Yoon parada en la entrada de ese bar, tenía una expresión de molestia en su cara. Estoy segura de que luego nos arreglaríamos; solo quería disfrutar con Hoon.
Llegamos a una casa grande. Entramos tomados de la mano; recuerdo que no paré de sonreír, mucho menos cuando Hoon me presentó como su novia ante esos chicos.
Minutos después subimos a la terraza. Estábamos besándonos mientras sus amigos conversaban. Me resultaba algo incómodo hacerlo mientras muchas personas nos miraban, pero al sentir los labios de Sunghoon sobre los míos me olvidé de todo, absolutamente todo, incluyendo a Yoon.
Sentí una luz sobre mi cara. Uno de los amigos de Sunghoon del cual ni siquiera sabía su nombre nos había tomado una foto, foto por la cual Sunghoon y yo discutimos para saber quién se quedaría con ella.
Al llegar a mi casa intenté llamar a Yoon, mis llamadas jamás entraron. Creí que había apagado su teléfono o que simplemente no quería contestarme porque estaba molesta conmigo, pero jamás pensé que eso le hubiera pasado.
Decidí darle su espacio a Yoon, no buscarla y no mandarle más mensajes. Pensé que era muy tonto que se enojara por algo así; realmente no sabía lo que había pasado.
El lunes al llegar a la escuela la busqué pero no la encontré. Fue entonces cuando realmente me preocupé.
Al salir de clases fui a su casa a buscarla; cuando me abrió la puerta al instante la cerró en mi cara. Le pedí que habláramos y le dije que dejara de ser tan infantil, que solo quería estar con mi novio. Fue ahí cuando me contó todo.
Fue la primera vez que realmente me odié. Jamás debí dejarla sola; por mi culpa ese tipo la había tocado, por mi culpa la había violado. Si tan solo me hubiera quedado con ella o no le hubiera insistido tanto para que me acompañara a esa fiesta, tal vez eso nunca hubiera pasado.
Desde ese día Yoon dejó de hablarme; desde ese día todo empeoró. Al día siguiente al llegar a la escuela todos me miraban y murmuraban. Jihyun llegó rápidamente a mi lado mientras me alejaba de ahí mostrándome las fotos: esa típica cuenta que hacen alumnos de la escuela donde queman personas. Estaba yo ahí; era una zorra. Realmente no sabía que Sunghoon tenía novia; todos me llamaban zorra.
Desde ese día comencé a recibir insultos a diario; mis supuestos amigos se alejaron de mí; todos se alejaron de mí, todos menos Jihyun. Realmente me sentía una zorra; fui una tonta al no saber que Sunghoon tenía novia. ¿Por qué me buscó si ya la tenía a ella? ¿Por qué no me buscaba ahora? Ese día supe que mi reputación iba a estar manchada por el resto de mi vida, tal vez.
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Tomé la foto y, sin pensarlo dos veces, la tiré a la basura. Continué metiendo mis libros mientras lágrimas salían de mis ojos. No podía evitar llorar cada vez que recordaba todo lo que pasó. Realmente me lo merecía.
Mientras caminaba hacia mi salón y secaba mis lágrimas, me topé con Jake.
— ¿Yunnie? ¿Qué pasa? ¿Te sucedió algo?
Odiaba que fuera tan bueno conmigo, no merecía que me tratara así, pero amaba cuando lo hacía.
— No pasa nada, solo es estrés acumulado. Realmente estoy bien.
Hablé intentando sonreír. Realmente no era buena mintiendo y Jake lo notó. Lo supe cuando me abrazó. Jamás me había sentido así. El abrazo que Jake me estaba dando me hizo sentir un poco mejor. Lo abracé comenzando a soltar todo lo que no pude soltar esos días. Realmente fingía que no me afectaba, pero me hacía más daño.
— No sé lo que tienes o lo que te haya pasado, pero Yunnie, eres una persona maravillosa y estoy seguro de que todo lo que dicen de ti es falso. Te conocí hace poco pero me he dado cuenta de lo divertida y amable que eres, y estoy seguro de que jamás harías algo para dañar a alguien.
Jake habló mientras continuaba abrazándome y acariciaba mi cabello. Su abrazo realmente me ayudó y me hizo sentir mejor.
— ¿Ya estás mejor?
Asentí mientras me separaba de sus brazos secando mis lágrimas.
— Es bueno saber eso. Ahora vamos a clase, que ya vas algo tarde.
Dijo mientras sonreía y me tomaba de la mano para comenzar a caminar hacia nuestra clase.