ULTRAVIOLETA || Pedri • Gavi

07. Domingo en familia

[ 5 horas antes... ]

"Jugaste muy bien, cariño."

Entre el chirrido de llantas contra el asfalto del parking subterráneo la voz de su madre resonaba dentro de su mini cooper. No respondió nada distrayéndose con el retrovisor donde veía las luces de un solitario coche alejarse dejando aún más vacío el estacionamiento de ese hospital. Se sentía... extraño, cualquiera que lo viera pensaría que es un hombre con dudosas intenciones después de llevar mas de media hora aparcando con el motor apagado solo observando los autos ir y venir.

Le recordaba a una película de terror que vio alguna vez de un asesino serial cazando a una de sus víctimas en un aparcamiento, esperándola pacientemente en silencio hasta que saliera a altas horas de su trabajo solo para verla caminar hacia su auto, acercándose con cuidado cuando no hubiera más almas alrededor para cogerla de espaldas desprevenida, estrujarla con un brazo y con el otro cubrirle la boca y nariz con un paño empapado en cloroformo sosteniéndola hasta que dejara de luchar por su vida y se desvaneciera, solo para terminar descuartizandola en casa y guardarla en la nevera con toda la calma del mundo.

—A tu papá le encantó la celebración.—Su madre seguía hablando sacándolo de su cabeza e  intentando atraer la atención del susodicho preguntó.—¿cierto?

—¿Qué?—A lo lejos se escuchaba la voz de su padre distraído y de fondo el último partido del día haciendo sonreír a Pedri.—¡Ah! cierto, cierto.—Decía tan feliz su padre que no pudo evitar observar la pantalla del móvil con el contacto de "Mami ❤️" guardado. Pero una notificación le llegó atrayendo su atención al abrir un mensaje del chat donde también está la dirección del hospital en el que actualmente se encuentra.

"Supongo que el karma alcanza a todos,
Gavi debe estar más que feliz."

—Pero dile algo más al niño.—Su madre le reclamaba a su padre e incluso escuchó un chasquido.—Tienen una pelota en lugar de cerebro.—Probablemente eso iba para todos los González presentes pero Pedri estaba ocupado repitiendo el mensaje en su cabeza al volverlo a leer. Al notar que su hijo no contestaba y pensando que probablemente estaba ocupado decidió despedirse.—Que bueno que nos hablas, pero ya es tarde y tienes que cenar.

—Espera, mami.—De la nada se añadía la voz de su hermano mayor interrumpiendo la despedida mientras Pedri escribía la respuesta al mensaje anterior al mismo tiempo que se hacía una idea de que estaba a punto de decirle su hermano.

"No sabe.
No quiere saber nada relacionado a él."

—Si es sobre ese pase que falle-

—No, no, no es sobre el partido.—Se apresuró a aclararle.—Acuérdate que mañana van a darle mantenimiento al sistema de seguridad en la tarde.

— Lo sé, lo sé, me lo dijiste ya tres veces en la semana.——Lo mucho que se preocupa su hermano mayor por él cuando no está en la ciudad siempre le sorprende, ya ni sus padres son así.

"Ya se me hacía extraño que me preguntaras a mi."

—Solo digo para que no se te olvide irte directo a casa después del entreno.

"No sé porque me estás pidiendo esto,
pero espero que no te estés metiendo en líos de nuevo por Gavi."

—Vale, vale.—Lo quería escribir tanto como lo dijo en voz alta, hablar con dos personas preocupadas por llamada y mensaje es un nivel nuevo de fastidio.