15. Una perla en el desierto

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El plan era dejar el Barça para entrar al Diario Sport y viajar como periodista al mundial. Desde que tiene memoria siempre ha sido su sueño ir a uno y la experiencia mejora aún más cuando le dijeron que se encargaría de cubrir todo lo último en noticas de la Selección española. Estaría pegados a ellos dándole las últimas exclusivas, visitándolos en las entrenamientos, entrevistando a los jugadores, en los pre y post partidos, en pocas palabras, un sueño hecho realidad.

Aun así no esperaba para nada encontrarse en la situación actual.

—Vamos.

—¡Ya voy!—Fulminó con la mirada al canario que mantenía las puertas del ascensor abiertas para que ella se bajara.—Dame un segundo que estos tacones me están matando.—Decía acomodándoselos antes de seguirlo a prisa por el pasillo hacia el restaurante de aquel hotel.

—No tenias porque-

—No, no, no, ya si vamos a hacer esto hay que hacerlo bien.—Decía muy segura interrumpiendo a Pedri al adentrarse al restaurante siguiendo al canario entre mesas hasta detenerse frente a una donde en seguida los padres y el hermano le Pedri dejaron de charlar para observar a los recién llegados.

—Hola ¿llevan mucho esperando?—Pedri saludó acercándose a darles un abrazo.

—Buenas tardes.—Saludó la otra recién llegada con una sonrisa.

—Ah sí—Casi se olvida de la principal razón por la que está aquí.—ella es Mir, mi novia.





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[ Una semana antes... ]

DOHA

Bendito Catar y sus casi 30º C a las ocho de la noche. Si Pedri entrecierra un poco los ojos puede imaginarse que está llegando en un bello día veraniego al aeropuerto de Tenerife sintiendo el cálido aire desde la cima de esas escaleras conectadas al avión de Iberia en el que acaban de aterrizar. Pero que rápido le rompen la fantasía esos flashes de cámara y tantos hombres con sus túnicas y telas en la cabeza hablándole como si realmente pensaran que les entiende.

Tan solo voltea y sonríe al escuchar de vez en cuando su nombre sin dejar de caminar hacia el pequeño bus que les llevará a la terminal. A su alrededor los chicos no paraban de conversar y reír mientras él se perdía viendo las grandes turbinas y alas metálicas pasando casi en cima de ellos. Se sentía un poco como un niño anonadado por la inmensidad, sus ojos siempre estaban hacia arriba, incluso cuando entraron a la terminal y leyó las enormes letras de Welcome to Qatar, cuando volvieron a salir del aeropuerto vio el cielo catarí despejado sobre él antes de subirse a otro bus con destino a su casa por los siguientes días y se sintió incluso más pequeño al adentrarse entre los rascacielos.

—¡Pero que chulo nuestro modelazo!—De la nada escuchó la exclamación de Ferran sentando unos cuantos asientos adelante y los ojos de Pedri volvieron a subir para observarse a sí mismo con el uniforme de La Roja brillando en una de las fachadas de un edificio. Había visto fotos pero viéndolo en persona es realmente enorme. Que sensación tan irreal ¿en serio es él?

—Yo sí me caso con ese árabe barbudo.—Jordi decía silbando y Pedri tan solo sonrió negando con la cabeza al escuchar el barullo y las risas.

—Acabamos de llegar, guardaos las homosexualidades pa' otro día, chavales.—Luis Enrique se unía al vacile sacando más carcajadas cuando le dijo al conductor—Don't worry, Mohamed, we're de coña.

ULTRAVIOLETA  || Pedri • GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora