11. Golden boy II

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¡Sh!

—¿Quién?—¿Qué fue ese ruido? ¿Alguien le acaba de chistar? Su mirada empezó a ir de un lado a otro buscando la fuente pero no veía nada hasta que de reojo observó una sombra que desaparecía e incluso escuchó hojas secas rompiéndose con una repentina risita.—¡No es divertido!—Gritó de exasperación volteando al escuchar de nuevo pasos detrás de él y ver otra sombra ocultándose detrás de un árbol. Su respiración se estaba empezando a agitar e incluso el pecho y el estómago le dolía. Sus ojos frenéticos observaron más figuras corriendo y riendo por ahí.—¡Estáis mal de la cabeza!—Fue lo único que gritó al empezar a correr por el bosque escuchando las carcajadas.

Solo queda correr porque en definitiva estos desquiciados le quieren hacer daño, no hay otra explicación. Hay que correr, huir, hasta que las piernas no den más. Aun que no vea bien y se tropiece con rocas, ramas y troncos no debe detenerse. Aun que el aire frío le esté perforando los pulmones y tenga ganas de vomitar no puede dejar que le alcancen. Si lo atrapan es su fin.

Pero entonces se detuvo abruptamente al encontrarse con un lago y en un suspiro sintió dos brazos rodeándolo del torso para tirarlo contra el suelo.

—¡No!—Exclamó con fuerza luchando y quitándose a quien tenía encima, pero casi al instante otras cuatro manos ya estaban encima de su cuerpo.—¡No me toquéis! ¡Soltadme!—Escuchaba las risas y veía los rostros distorsionándose sobre él como si tuviera una multitud de frente inmovilizándolo y el pánico aumentó al sentir que le subían la camiseta.—¡Por favor!—De repente su vista se empezó a tornar negruzca ocasionándole aún más miedo viendo por última vez la luz de la luna siendo cubierta por la figura de un persona con cabello largo asomándose sobre él.—¡Mamá!

[...]

De una profunda inhalación Gavi despertó con el corazón desbocado y sus ojos encontrándose de nuevo con la lejana luna siendo cubierta por ligeras nubes de paso. Las estrellas tintineaban en la noche tan oscura como aquel bosque. Se sentó tratando de calmar sus latidos y respiración para buscar algún ruido más allá de las luciérnagas y una lechuza escondida entre las copas de los árboles danzando con el viento. Ese mismo que le hizo estremecerse, en especial sentía frío en sus piernas bajando la vista y encontrándose con su pijama, era buena señal que aún la tuviera encima pero estaba hecha un desastre con tanto barro y podía jurar que había un ligero olor a estiércol.

Por lo menos le volvieron a dejar solo. Prefería estar así, se siente cansado y hastiado ¿por qué tiene que aguantar a estos niñatos? Son crueles y se divierten con el sufrimiento ajeno burlándose de él, por pura suerte no lloró, pero tan solo recordar su propia voz asustada llamando a su madre antes de desmayarse del miedo le hacía sentir la vergüenza subir por sus mejillas. Apretó los dientes y se empezó a levantar sacudiendo un poco las ramitas, la hierba y las hojas caminando hacia el lago.

Viendo esa superficie helada reflejando la luna tal vez el plan original era tirarlo al agua y por eso le estaban intentando quitar la ropa. Idiotas, terminaron logrando su cometido porque no va regresar luciendo así de destrozado oliendo a mierda sería ejecutado por el staff. Así que de una se zambulló sin siquiera preguntarse qué tan hondo estaría pensando que tal vez podría caminar un poco pero terminó entrando hasta su cabeza. Con la sorpresa volvió a surgir en la superficie tiritando de frío y pataleando.

Aprovecho el frío para maldecirlos a todos y a sus futuros descendientes hasta que uno de sus pies tocó una roca de casualidad y la empezó a usar de apoyo al limpiarse a él y su ropa. No sabe cuánto tiempo habrá pasado desde que salió de los dormitorios, desde que despertó y desde que se metió en el lago pero llegó un momento en el que el cielo se empezó a aclarar entre las copas de los árboles. Ya había dejado de temblar acostumbrándose la temperatura con su ropa colgada de alguna rama cercana secándose y el dueño tan solo observando el firmamento.

ULTRAVIOLETA  || Pedri • GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora