Praise you Hyunlix

3

El padre de Felix abrió la puerta en la madrugada, Hyunjin levantó la cabeza y encontró sus ojos oscuros con los ojos marrones del hombre mayor, él solo miró que Felix estuviera durmiendo y se fue.

La familia pequeña y rara de Felix no tenía una mala energía, pero en general todos tenían un aura de tristeza.

El rubiecito estaba de vacaciones o algo así, él se la pasaba encerrado en su cuarto, solo escuchaba música, leía libros o veía películas.

Continuamente oía una canción en inglés que a Hyunjin le gustó, pero más le habría gustado saber qué decía.

—seguro debes comer la comida cruda, pero me da un poco de asco—Felix le dijo mientras le dejaba un plato con un pollo cocinado.—te robé un poquito—rio.

Hyunjin podía notarlo, le faltaba una pata al pollo, pero eso le pareció gracioso.

—tengo que ir a buscar unos repuestos al correo—su padre dijo—¿Te falta algo?

Felix negó con la cabeza, todavía con la mirada baja, entonces el hombre se fue sin más, así que fue corriendo y cerró la puerta con llave.

—¿Cómo está tu pata?—Felix buscó un paquete de papas fritas y se sentó a su lado en el piso mientras Hyunjin devoraba el pollo, esto era un poco más civilizado.

Cuando terminó de comer, Felix lo llevó al patio y se quedaron allí por un largo rato, solo mirando el cielo despejado.

—¿Quieres dar un paseo? Aunque soy un terrible conductor.

El rubiecito tenía un auto muy bonito, a Hyunjin le gustó más que el vehículo de su hermano mayor, Felix hizo el mayor esfuerzo para subirlo al asiento de acompañante y murmuró que parecía más grande que la última noche.

De hecho, Hyunjin se había dado cuenta que había crecido un poco porque el yeso en su pata se estaba rompiendo.

—Johnny me enseñó a conducir—le contó mientras arrancaba el auto—pero no me gusta ¿Qué haces en el bosque, Sammy? ¿Tienes familia?

Hyunjin pensó de manera desinteresada en su manada, le daban un poco igual, normalmente andaba por su propia cuenta, por eso quizás también quisieron cazarlo.

—a puesto a qué tienes hermanos lobos igual de guapos que tú—rio Felix.

El lobo frunció el ceño.

Los demás no eran tan guapos como él, sabes Felix, pensó, soy el único de la manada que tiene el pelaje tan bonito y si me vieras en mi forma humana también creerás que tengo el cabello muy lindo.

Incluso mi hermana tiene el cabello como alambre, pensó receloso por la idea de que Felix creyera que sus hermanos eran guapos.

Claro que no lo son.

Son feos y salvajes.

Realmente salvajes.

Yo tengo clase, pensó el lobo.

Felix lo llevó a un jardín de dientes de león, estacionó a la orilla del gran césped cubierto de pequeñas flores amarillas, lo ayudó a bajar y luego lo acercó hasta una parte en dónde, al parecer, solía venir a menudo.

El rubiecito de pequitas se acostó allí y murmuró—aquí vengo cuando estoy a aburrido, nadie viene, supuestamente hay un oso que puede atacarte en cualquier momento, pero morir por un oso no es lo peor que podría pasarme.

Hyunjin miró más allá de los árboles, era probable que hubiera un oso, pero le dió igual y se recostó junto a Felix, él sonrió y le acarició por detrás de las orejas.