4.

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Ahora que su pata estaba curada, Hyunjin podía correr libremente, así que cuando Felix estaba cerrando la puerta, él corrió un poco alrededor y olfateo el patio delantero de la casa, luego Felix lo llamó y le abrió la puerta, pero cuando estaba por entrar escuchó pasos y no subió.

—¿Qué sucede, Sammy? ¿No quieres ir a jugar?—el rubiecito preguntó con preocupación.

Entonces alguien llamó al chico—¡Hey! ¡Felix!

Un chico delgado en compañía de un chico musculoso, Hyunjin notó como Felix se ponía nervioso ante la presencia de éstos chicos.

—Jisung... ¿Qué quieres?—susurró con timidez.

—San nos dijo que te vio el otro día en el centro, estabas durmiendo en el auto y no se animó a hablarte, pero queríamos que vinieras a una fiesta que haremos—él dijo con una sonrisa.

Hyunjin no olfateo maldad en ellos, pero Felix estaba ansioso—no puedo salir...

—oh, vamos, Felix, te prometo que no dejaré que nadie te moleste—aseguró el chico, intentando acercarse, pero el lobo empezó a ladrar y se colocó en posición para protegerlo.—cierto... tienes un lobo.

—no... No puedo controlar a Sammy—mintió el rubiecito—será mejor que se vayan...

Hyunjin amenazó con atacarlos y ambos chicos retrocedieron con terror—¿No crees que es ir demasiado lejos tener un lobo?—preguntó el chico musculoso—somos amigos desde niños.

Felix bajó la mirada y Hyunjin se enfado más, corrió hacia ellos y los chicos salieron corriendo, pero el rubiecito no hizo ademán de detenerlo, tal vez en el fondo sabía que el lobo no les haría nada o quizás no le importaba.

—no está bien asustar a la gente así—susurró el chico de pequitas, señalando el asiento para que se subiera—pero no parecía que fueras a hacerles daño ¿Cierto? Te gusta ser intimidante ¿Verdad? Anoche también los asustaste.

Asi que eran los mismos de la noche pasada.

La carretera estaba vacía como siempre, en el pueblo nadie venía de visita a menos que fueran familiares.

Hyunjin observó como las nubes empezaban a cubrir el cielo, estaban en verano, pero pronto sería otoño.

—¿Crees que llueva?—Felix preguntó cuando lo llevó a un campo abandonado para jugar.

No parecía que fuera a llover pronto, Hyunjin caminó alrededor y Felix recogió un palo, él empezó a moverlo al aire para llamar su atención.

—¡Sammy! ¡Aquí! Ve a buscarlo—chilló, tirando el palo lejos.

Pero Hyunjin no estaba acostumbrado a jugar así, él y sus hermanos lobos jugaban a corretearse entre ellos, así que Hyunjin lo intentó con Felix, se acercó corriendo y amagó con tirar de su jean, luego salió corriendo, pero Felix se quedó confundido.

—¿Estás jugando conmigo? ¿Qué se supone que tengo que hacer?—preguntó curioso.

El lobo resopló y regresó, lo intentó una vez y Felix empezó a perseguirlo, aquello lo ánimo y se acercó para correr entre sus piernas, pero hizo que casi se cayera al piso, aún así Felix siguió jugando.

Felix rio y continuó intentando atraparlo—¡Eres un poco rápido, Sammy! ¡No tengo tu agilidad!

Hyunjin notó que Felix no tenía mucha resistencia física así que se dejó atrapar, el chico lo abrazó y se dejó caer al piso a su lado, Hyunjin le lamió el rostro y se acomodó encima suyo, aplastándolo.

—¿Así juegas con tus amigos lobos?—Felix le acarició por detrás de las orejas y sonrió—¿Sammy tienes cachorros?

Hyunjin recostó su cabeza sobre el pecho de Felix y resopló, no tenía cachorros, todavía no tenía edad para aparearse y en los cambia formas era un ritual muy riguroso.

Praise you Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora