5.

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A pesar de que el verano aún no se acababa, afuera continuaba lloviendo, Felix se despertó en la madrugada y vio a Hyunjin durmiendo a su lado, por un momento había creído que estaba delirando, pero el lobo en realidad podía transformarse.

Volvió a cubrirse con las mantas y le observó, aunque Hyunjin era un lobo de pelaje negro, su piel era muy blanca, tenía un delicado lunar debajo de uno de sus ojos y sus labios eran carnosos y elegantes.

Probablemente fuera el hombre más guapo que en su vida ha visto.

—un hombre lobo—susurró acercando su mano para acariciar su mejilla.

Hyunjin abrió los ojos y Felix quitó su mano apresurado, avergonzado y un poco temeroso de quizás haber invadido de su privacidad.

—tu mano es calentita—Hyunjin susurró, tomándola para llevarla de nuevo a su mejilla, se acurrucó contra su toque de manera cariñosa, justo como el cachorro que había estado siendo los últimos días—¿Por qué estás triste?—preguntó mirándole a los ojos.

El rubiecito parpadeó repetidas veces y corrió la mirada avergonzado—es parte de mi.—dijo bajito.

—eso no es cierto, la tristeza no es un estado que debas adoptar—Hyunjin se acurrucó más cerca suyo, sorprendiéndolo, olió su cuello y Felix se ruborizó por la cercanía—eres una rosa.

No comprendió y solo pudo reírse un poco sorprendido y nervioso—¿A qué te refieres?

—un humano como una rosa—murmuró Hyunjin, separándose para acomodarse de nuevo en su lugar, su cabello ligeramente largo y oscuro se desordenó sobre la almohada—eres tan hermoso como una rosa y tienes el aroma de las rosas, quiero quedarme sobre ti el resto de mi vida.

Felix parpadeó repetidas veces y tragó saliva—¿El resto de tu vida?

Hyunjin asintió—cuando jugamos, cuando me abrazas, la tristeza que tienes desaparece, quiero que estés feliz siempre.

Los ojitos marrones del rubiecito se cristalizaron, él se acurrucó entre las mantas sin saber qué decir, así que se quedaron en silencio.

Solo se oía la lluvia de fondo.

El chico lobo le acarició el cabello y lo miró detenidamente, Felix empezó a sentirse avergonzado, pero se sentía bien recibir cariño y atención.

—es cierto que yo estaba triste antes de que nos conociéramos—susurró bajito—pero no siempre ha sido así, es solo que... Es difícil, no sé si podrías entenderlo.

Hyunjin tomó su mano y la llevó a sus labios, besándola con cuidado—te escucharé atentamente si me lo explicas.

—me gustan los chicos, ya sabes varón con varón—explicó con timidez—y... en otras partes es común, pero esto es un pueblo chico y a la gente le gusta juzgar lo que no están acostumbrados a ver—Felix suspiró y Hyunjin notó que empezó a sentirse ansioso, así que se acurrucó más a su lado—me gustaba un chico de mi clase y él se sintió incómodo, ya no me gusta más—aseguró—pero igual me molestaron por eso, chistes tontos sobre cosas obscenas, me sentí mal y no he podido lidiar con ello, te lo dije, soy demasiado sensible para estas cosas.

—yo... Estaría muy feliz si alguien como tú se enamora de mi—susurró Hyunjin, el rubiecito le miró sorprendido—si me vieras con esos ojos marrones tan grandes que parecen avellanas, si pudiera tocar tus bonitas pecas... Me sentiría muy afortunado si alguien como que tú, que tienes la sonrisa más hermosa que he visto, de pronto tiene sentimientos por mi.—Hyunjin apretó suavemente su mano y se la llevó al pecho—estoy tan celoso ¿Cómo puedes amar a alguien que no soy yo?

Praise you Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora