7... Pastel de calabaza

89 18 0
                                    

La semana pasó rápido y por mayor diversión decidió invitar a Sasha a su departamento en sus dos días de descanso.

Casi se arrepiente al ser obligada por Sasha para salir a correr temprano en la mañana, lograron hacer recorridos muy hermosos, pasando por plazoletas con árboles altos y frondosos, con la frescura de la mañana llenando sus pulmones de aire fresco.

Después de eso y como rutina para futuro, fueron a desayunar en un café vintage, que tenía unas facturas exquisitas, tanto que no extrañaba la comida sofisticada del colegio.

Después de eso, seguía la calistenia que usualmente hacían antes de empezar las clases en el internado y que al parecer Sasha no abandonaba por nada, muy disciplinada de su parte.

Más allá del agotador trabajo físico, Charles disfruto de su compañía al máximo, los almuerzos lo cocinaban juntas, aunque Sasha se dedicaba más a lavar los platos y parlotear que a cocinar en si. En la tarde se separaban para hacer sus propias actividades, para la morena era ir al gimnasio y practicar boxeo, para ella, era tomarse una siesta, limpiar y dibujar. En la merienda se sentaban a estudiar, aunque no había mucho empeño de ninguna y después veían una serie cualquiera, ya para la cena, hablaban de temas diversos, lo cual las llevó a conocerse mucho mejor.

Entre otras cosas, Charles aprovechó para comprar varias plantas más y realizar algunas manualidades en las macetas, pensó en contratar a alguien para que las cuidara mientras asistía al internado, pero tenía que ser de confianza y demás, ese fue uno de los temas que habló con su abuela, quien al parecer se dispuso a encargarse de encontrar a alguien de confianza para que ella no se preocupara, tener a una abuela rica y poderosa le estaba gustando mucho y no pensaba desaprovecharlo.

Además, consiguió algunas colchas tejidas para su nueva invitada y tazas a juego, tener su propio espacio para poder decorarlo a su gusto era algo que estaba explotando al exceso. Así que tomó medidas para evitar la acumulación, que entre ellas estaba limitar sus gastos mensuales, chau gastar dinero por diversión.

Volver al internado le resultó difícil, pero se volvió a acostumbrar rápido.

Ya en el ruidoso comedor, se sentó junto a Sasha y Antonika, acostumbrada a la dinámica de chismes para el almuerzo.

"¿Nos perdimos de algo este fin de semana?" Preguntó su amiga, quien se sentaba al lado, mientras ella se dedicaba a degustar un pastel de calabaza, era la primera vez que probaba uno y le encantaba, además, es de su color.

"Pues nada muy interesante" Suspiro Anto de forma exagerada, que después se tornó en una maliciosa sonrisa. "Aunque parece que nuestra querida Charles ha logrado involucrarse con los dos príncipes del internado."

"¿Qué hice qué?" Chillo, más agudo de lo que esperaba, mientras que su compañera de al lado la miraba incrédula.

"Los bellos principes del verano y el invierno" Explicó alegre. "Besmont y Hale"

"Te dije que adoptarían ese apodo aquí también" le cuchicheo Sasha al oído.

"¿Y qué tengo que ver yo?" Pregunto, esperando que sus pequeñas disputas con Hale no tuvieran nada que ver.

"Pues según escuche, te vieron discutir con Hale, o algo así.." Comentó, moviendo la cuchara de la comida en círculos. "Y al parecer los seguidores de Alice dicen que la has rechazado, llamandote arrogante y cosas así"

"Tiene sentido, Alice Besmont se comporta como un omega y rechazar a un omega con un favor es como rechazar una declaración de amor" Analizó despacio su compañera. "Y cuando ese Omega tiene su fama, pués... puedes ganarte algunos enemigos"

Cazando a este antagonistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora