Guardaespaldas » kookmin mini au

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Los días habían pasado y Jimin no había salido de su casa para nada. No era por su propia voluntad en realidad, no era la primera vez que le pasaba un evento tan desagradable, pero sí era uno de los primeros que Jeon vivía estando con el. Y el guardaespaldas se había vuelto loco llenándolo de lindas palabras y mimos para hacerlo sentir mejor.

Afortunadamente no habían sucedido cosas tan graves, pero para el guardaespaldas Jeon aquella interacción había sido suficiente para querer meterlo en una cajita de cristal y cuidarlo con todo el amor que le tiene.

Lo que había resultado en pasar más de una semana encerrado con el hombre en su casa, siendo llenado de atenciones.

— Buen día. — la puerta de su habitación fue abierta, dejando ver a Jeon con un almuerzo para dos. Jimin le sonrió desde la cama, tenía apenas unos minutos de haber despertado gracias al delicioso olor de la comida recién preparada. — arriba muñeco, hay que alimentarse.

La charola con la comida fue dejada sobre la cama, ahora se había vuelto una costumbre ver una linda flor cada mañana. Jeon se encargaba de conseguirle una diferente todos los días. El artista amaba aquellos detalles, las flores siempre le han encantado y que la persona de la cual está enamorado se tome el tiempo de obsequiarle una le llena el corazón de amor.

— Es preciosa Koo, gracias. — y como siempre un beso es depositado en la mejilla del más alto. Sin esperar más tomo una cuchara para comenzar a comer, pero en lugar de llevarla a su boca la llevó hasta los labios del contrario. Le encantaba darle de comer, se había acostumbrado a hacerlo y cada que tenían la oportunidad así era.

— Todo está delicioso, come un poco lindo.

El día paso rápido, después del almuerzo se quedaron acostados viendo una nueva serie que los tenía enganchados, juntos y felices. Ignorando al mundo entero porque en esa habitación solo existían ellos dos y los bellos sentimientos que tenían por el contrario.