Delenda Este -COMPLETO-

Capítulo 2: El nacimiento de Harry Ashworth

As / N: Gracias por todas sus opiniones. Fueron muy alentadores. Este capítulo debería aclarar cualquier confusión que haya tenido del prólogo.

Capítulo uno

Por:

Claihm Solais y Lord Silvere

"Quién eres y cómo llegaste aquí?" ella exigió.

Harry la miró sorprendida. Antes de él estaba un joven, un muy joven, versión de la mujer cuyo suicidio acababa de presenciar. Los ojos violetas lo atravesaron con una mirada que lo habría dejado incapaz de pensar racional en sus años más jóvenes mientras la varita que ella le nivelaba crepitaba con energía mágica apenas restringida. Su postura de duelo era buena, ciertamente mejor de lo que esperaba de una bruja adolescente, pero de nuevo, este fue el Bellatrix que se convertiría en uno de los duelistas maestros más temidos de su tiempo.

Ahora ese era un concepto extraño. Su tiempo. ¿Eso significaba que estaba en el pasado? Desde su apariencia, ciertamente parecía así, porque él claro que no se sentía más joven. Por reflejo, alcanzó su propia varita antes de darse cuenta de que ya no la tenía. Uh, oh, él pensó.

"YO dicho," repitió lentamente, peligrosamente, "quien eres tú, y cómo llegaste aquí?"

"No lo sé?" dijo, diciendo lo primero que me vino a la mente.

"Pulsus!"

Entorpecido en su movimiento por las pesadas cadenas, Harry no pudo esquivar y atrapó el desterrador hexágono en el pecho. Voló por el aire, retorciéndose de dolor cuando se estrelló contra una estantería. Parte de su mente tomó nota de que ya no estaba en su celda, lo cual era algo bueno . . . algo que reconsideró cuando apenas logró rodar a tiempo mientras varios hechizos salpicaban contra el suelo donde había estado mintiendo.

"Mira, ¿no podemos hablar de esto?" comenzó, solo para atrapar una maldición contundente en su hombro izquierdo. Podía sentir y escuchar el chasquido articular mientras se dislocaba mientras giraba con la fuerza del golpe. Aparentemente no, él pensó para sí mismo mientras se lanzaba hacia adelante, rodando cuando golpeó el suelo en su buen hombro. Mirando a su alrededor, se dio cuenta de que estaba en una bóveda que se parecía sospechosamente a la bóveda de la familia Black en Gringotts. El lugar estaba forrado con estantes, gabinetes y cajones. Se cubrió apresuradamente detrás de uno de ellos.

"Quienquiera que seas, acabas de hacer un grande error!" Bellatrix gritó. "Reducto!"

La maldición voladora hizo estallar el gabinete que Harry se escondía detrás en pedazos, y apenas logró darle la espalda a la explosión para proteger su rostro de la metralla de alta velocidad que constituía los restos del contenedor de madera. La fuerza de la explosión lo envió extendiéndose hacia el suelo.

Sus manos a tientas alrededor del suelo para algo, cualquier cosa, para usar como arma mientras trataba de ponerse de pie. Su cuerpo, ya herido por su captura, desnutrido y deshidratado, estaba sufriendo. Su espalda estaba en llamas por las astillas de madera que se habían incrustado allí, así como por romper el estante, y su brazo izquierdo colgaba flojo. Los pasos resonaron en voz alta a través de la bóveda cuando ella se acercó a su forma propensa y él lo sabía a menos que hiciera algo, y lo hizo ahora, él estaba muerto.

Los dedos de su mano derecha encontraron un trozo de madera liso. Lo agarró y se arrojó para enfrentarla. Sus ojos se encontraron, y se dio cuenta de lo que sostenía en su mano mientras se enfrentaban. Ella, de pie sobre él, varita nivelada en su garganta. Él, acostado en el suelo sobre su espalda . . . y una suave varita negra y plateada apuntaba directamente a su corazón.