Capítulo 20: Poniendo Su Casa en Orden

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A/N: Gracias por sus comentarios. Con respecto a Orión, de hecho fue asesinado.

Capítulo 19

Por

Señor Silvere

El ascensor se agachó cuando se detuvo, marcando su llegada al piso más ilustre del Ministerio de Magia—, que albergaba las oficinas del Ministro de Magia. Aunque el corazón de Harry todavía latía por el shock de escuchar que Orión había muerto, no pudo evitar bostezar de nuevo y frotarse los ojos mientras pisaba el ascensor y se dirigía por el pasillo, tratando de recordar la última vez había visitado el Ministerio de Magia. Era demasiado temprano en la mañana para ese tipo de ejercicio mental.

Harry no estaba del todo seguro de dónde se encontraban las oficinas del Ministro, pero estimó que la ostentación por la que el Ministerio era algo famoso lo llevaría. También de orientación potencial fueron las pinturas de los antiguos Ministros de Magia que recubren cronológicamente el pasillo, todos dormidos en sus respectivos marcos.

Harry caminó por el salón suavemente curvo y pronto llegó a la vista de aproximadamente una docena de auroras, todas estacionadas fuera de una oficina que probablemente pertenecía a Cygnus Black. Justo cuando Harry llegó al alcance del oído, la puerta se abrió y un hombre alto con el pelo castaño salió, cerrando la puerta detrás de sí mismo. Cuando Harry se acercó, se encontró cara a cara con el hombre.

"Quién eres?" preguntó el hombre.

"Harry Ashworth", respondió Harry. "Creo que me esperan."

"Soy Davian Prewitt, Sr. Ashworth."

Harry asintió, reconociendo el nombre, mientras miraba las características duras y envejecidas del hombre. Vagamente, Harry comparó a Prewitt con los vaqueros que había visto en los programas de televisión de Dudley. Tanto Prewitt como algunos de los vaqueros más duros parecían estar hechos de cuero viejo y uñas. La excepción obvia era que Prewitt estaba impecablemente vestido y tenía un acento británico distintivo. Harry esperaba nunca encontrarse en desacuerdo con el director Prewitt. "Es bueno conocerte Director."

"De hecho", dijo Prewitt. "El ministro Black, de hecho, te espera." Luego se alejó, dejando a Harry mirando el contingente de aurores que servían como guardaespaldas para el ministro recientemente afligido.

Harry pasó por los aurores y entró en la oficina de Cygnus. Encontró al Ministro sentado en su escritorio, luciendo muy pálido. Romulus Malfoy caminaba enojado de un lado a otro detrás del escritorio, ocasionalmente haciendo una pausa para mirar por las ventanas y bajar al atrio de abajo.

"Ya es hora de que llegues", gruñó Romulus, haciendo una pausa el tiempo suficiente para reconocer la entrada de Harry antes de regresar a su rutina de ritmo enojado.

Al darse cuenta de que Romulus, además de su dolor por sus asuntos familiares, estaba bajo gran estrés, Harry optó por no ofenderse por su temperamento gruñón. Más bien, dirigió su atención a Cygnus, el hermano afligido. "Entonces, ¿cuáles son los detalles exactos?"

Cygnus suspiró. "Walburga descubrió que había fallecido mientras dormía temprano esta mañana. Eso es todo lo que parece haber."

"Bueno, eso no es todo lo que hay!" Romulus tronó. "Orión era sano y fuerte."

Harry pensó en lo que el profesor Dumbledore le había dicho sobre el ascenso original de Lord Voldemort. Había habido muchas muertes y desapariciones antes de la inauguración del señor oscuro como figura pública. Era posible que Orion hubiera muerto naturalmente—no había sido especialmente joven—pero Harry no estaba a punto de ser una coincidencia.

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