Nada ha cambiado.

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Aquel 10 de noviembre del 2022 comenzó todo, me gustaría decir que todo se ha acabado, que por fin eso de reprimir la emociones me había servido para algo.

Pero cada vez que veo tu cabello rizado, tu ojitos cafes, tu piel blanquecina, tu labios finos y pálidos, tus dientes perfectos, tu nariz y mandibula perfilada, tu cuerpo esbelto.

Cada vez que te veo es como si todo se hubiese reiniciado, como si ese día se volvíera a repetir, como si las emociones volvíera a salir.

     Siento que aún vives dentro de mí, pero cada día te niego, niego lo que siento.

Pero al final del día estás tan incrustado en mí, que se me hace difícil pensar en alguien más.

Y sé que nunca llegaremos a tener ese final feliz con el que siempre soñé, pero no puedo dejar de sobresaltarme al verte.

Como si fueras esa luz que necesito en la oscuridad.

Solo que sé que tu formas parte de la oscuridad que me envuelve.

¿Pero todos somos ciegos ante lo que no queremos ver cierto?.

D O R: La historia de alguien que cedió ante el silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora