Antes de lo ocurrido Min no pudo notar el estado del menor ya que Jeongin estaba lleno de trabajos, o simplemente él se encontraba agotado por las pocas horas de sueño que tenía, que si bien estaba levemente acostumbrado no significa que no le afectara, como para verlo.
Y bueno, trabajar en la calle no es nada fácil tampoco.
A pesar de eso procuraba responderle siempre que tenía un tiempo, se saludaban siempre que el menor pasaba por donde él estaba y de vez en cuando Min le invitaba a pasar un rato en una plaza o cafetería.
Aún así no pudo prevenir que algo le pasara.
Ese día se encontraba cantando dónde siempre hasta que la hora en la que usualmente el menor pasaba por ahí.
Pero no llegó, esperó varios minutos hasta que asumió que algo le habría ocurrido.
Descartó la posibilidad que lo haya evitado ya que el menor estaba bastante emocionado porque ese día iban a visitar su departamento para practicar inglés, algo necesario para la carrera que el chico estudia.
Algo inquieto esperó a que el menor le respondiera, pasaron las horas y él ya se encontraba en su departamento cocinando algo después de un día bastante ajetreado como el que tuvo.
Al leer todos sus mensajes sintió una culpa enorme, después de todo era por él que el pequeño no había podido dormir bien.
Ocultando su sentir tranquilizó al menor y luego se despidió para que este pudiera descansar, luego de eso se sentó con su plato en la mesa y se le quedó mirando fijo.
Hasta que lágrimas corrieron por sus mejillas, no sólo por el agotamiento físico que sentía o lo mucho que extrañaba este último tiempo su país, si no porque ahora sentía que le había hecho mal a Jeongin.
Se sintió impotente, su mente trabajaba a mil por hora, se levantó y fue a su habitación.
Ahí todo se oscureció.
Ya era el día siguiente, sus ojos levemente hinchados le daban un aspecto cansado, aún así salió y lo primero que hizo fue ir hacia la cafetería de sus amigas.
Estaba cerrada, pero las chicas se encontraban ahí, lo dejaron pasar y entre las nueve le abrazaron al ver su aspecto.
Así pasó la mañana con ellas, le alimentaron, escucharon y trenzaron su cabello.
Hasta que ya más animado salió a cantar, ya estando ahí no pudo comenzar a cantar al ver que un grupo de hombres estaban acosando a una chica, la cuál estaba notablemente asustada.
Se acercó a ella a preguntar qué era lo que ocurría, el grupo trató de alejarlo a la fuerza, el rubio trató de conversar, pero no pudo evitar que todo acabara en golpes.
Claro era un grupo pequeño y por eso logró salir sin sangrar o algo peor, logró alejar a la chica a quién acompañó a poner una denuncia porque al parecer uno de ese grupo ya era conocido por ella.
Después de asegurarse que la chica estuviera acompañada de alguien más, su madre, se fue a una plaza cercana, se sentó y levantó levemente su camiseta para ver que su abdomen había quedado con varias marcas rojizas, que después pasarían a moradas.
Tomó su celular para llamar a algún amigo que pudiera buscarle, pero vió los mensajes de Jeongin y decidió charlar con él.
Evitando el tema de su pelea logró que el chico lo dejara ir a cuidarlo.
Pasó por una tienda donde compró lo pedido por el menor y unas pastillas para el dolor.
Al llegar al edificio del menor tomó la pastilla con una bebida que compró y entró, ya al llegar al piso del chico y tocar el timbre se inquietó un poco.
Miraba el techo mientras trataba de despejar su mente para centrarse en el pequeño.
Y cuándo lo vió abrir la puerta no fue necesario más esfuerzo, su mente se quedó en blanco.
Su cuerpo se acaloró levemente haciendo que sus orejas enrojecieran levemente.
—Minnie. —El menor llamó su atención. —¿Vas a entrar?.
El rubio asintió y entró al departamento, le entregó sus cosas e interrogó levemente sobre el estado de su salud.
Se sentaron juntos en el sofá del menor en un silencio algo extraño.
Seungmin se sentía algo acalorado, y Jeongin por su lado estaba algo nervioso.
—¿Te costó mucho llegar? —Preguntó el castaño mientras abría el envoltorio del chocolate, algo emocionado porque el mayor lo había comprado para él.
—No, de hecho fue bastante fácil. —Al fin el rubio miró al menor y le sonrió.
El menor le ofreció un poco de chocolate, Seungmin sólo abrió levemente la boca y Jeongin lo entendió, algo avergonzado cortó un pequeño pedazo de chocolate y lo puso entre los labios del rubio.
Mientras el mayor comía el chocolate el castaño se puso a analizar su rostro por fin, su sonrisa boba desapareció al ver sus ojos.
—Minnie... —Acercó su mano y tocó la mejilla del contrario.
Seungmin sintió una especie de corriente eléctrica recorrer su cuerpo y dirigió su mirada al castaño algo nervioso.
—¿Estuviste llorando?.
Y todo el calor que sentía desapareció, el rubio bajó la mirada y trató de sonreír lo más creíble posible.
—No es nada importante Innie, sólo estaba viendo una película ayer y... —Trató de poner una buena excusa para no preocupar al contrario, se sentiría aún más culpable.
—No me mientas. —Reclamó el menor con un puchero formado en su rostro.
Seungmin mordió el interior de su mejilla algo indeciso, habían agarrado muchísima confianza con el menor en esas semanas, pero admitir lo culpable que se sentía por lo ocurrido era difícil.
Jeongin tomó el brazo del contrario para acariciar su mano y así tal vez darle algo de confianza, pero al acercarse chocó con su torso haciendo al mayor soltar un quejido.
—Cuidado Innie, por favor. —Hizo una mueca el mayor mientras levantaba un poco su polera para mostrar los golpes que ya estaban algo morados.
—¿Qué te ocurrió? —La expresión del menor era entre preocupación y vergüenza, estaba centrado en los moretones del mayor, pero no pudo evitar ver su abdomen marcado.
El rubio le explicó la situación con la esperanza de que olvidara sus ojos hinchados.
👻👻👻👻
Vengo a tope JAJASJASJSAJ
Si ven algun error me dicen
Besito
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Artista Callejero 𖥨۫ ꜱᴇᴜɴɢɪɴ
RandomDesde que ingresó a la universidad Jeongin siempre a utilizado el mismo camino por las mañanas y tardes para ir y volver. No es si no hasta que su exnovio le rompe el celular por sus maniáticos celos que se ve obligado a caminar sin su preciada músi...