Nuevos comienzos

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A lo largo de tres meses los martes, jueves y domingos eran los más esperados por cinco personas en especial, quienes tras la buena noticia deseaban que las horas pasaran rápido, que los días no se notarán para que finalmente llegará el gran día de poder mudarse.

Si bien aun estaba en proceso la custodia y mientras tratarían de centrarse en la convivencia para finalmente hacer la adopción legalmente, parecía que aquel lejano sueño de dos hombres finalmente era realizado; por fin ese trío de niños conocería un ambiente familiar digno de cualquier ser.

Cinco minutos antes de las cuatro de la tarde en los días antes mencionados, tres niños se pararian en la gran entrada del lugar, esperando a que dos altas figuras de cabellos negros y rojos aparecieran, con esas brillantes sonrisas y ojos resplandecientes que hacían sus corazones latir con fuerza, para acercarse y abrazarlos con cariño y seguir con un día lleno de anécdotas, juegos y alguna que otra llamada de atención de parte de los mayores; para después terminar cansados y felices, prometiendo regresar pronto para un día igual.

Desde que Beomgyu y Taehyun recibieron la aceptación estuvieron tres meses visitando a los niños. Habían dicho que los primeros meses irían de visitas para después los más pequeños pudieran mudarse con ellos, por lo tanto algunos cambios tenían que hacerse a su casa.

La casa en la que vivían era amplia para ellos dos.
Contaba con dos pisos; en el primero estaba el comedor y la cocina juntos, seguido de la sala y una puerta que dirigía a el despacho de Beomgyu; en el segundo estaba su habitación, el estudio de Taehyun y un cuarto de visitas, también había un ático; también contaban con un pequeño jardín en la parte trasera. Todo gracias a el menor de los dos, quién se había asegurado de conseguir un buen lugar en un barrio alejado del centro de la ciudad, y se había encargado de la construcción.

En cambio ahora tendrían a tres personas más en esa casa, que ahora que lo pensaban sería pequeña.

Dado que serían tres niños decidieron ir adquiriendo a lo largo de esos meses una litera, algunos juguetes, ropa y demás para que cuando se mudarán con ellos se sintieran cómodos. Después de algunas peleas por el espacio y de organización finalmente los dos hombres habían conseguido un espacio para los niños y ellos.

Dos meses después Jungwon ayudaba a Sunoo con sus pertenencias mientras el mayor de los tres seguía empacando los juguetes y algunas otras cosas. Cuando todo estuvo listo dejaron sus maletas de lado y fueron a su lugar a esperar a los mayores.
Vieron el auto amarillo aparecer, saliendo a los minutos sus mayores favoritos para recibirlos alegremente.

—¡Hyungs! —gritó Sunoo feliz para acercarse a abrazarlos. Después se acercaron los mayores.

Como siempre entraron al lugar, yendo a saludar a NichKhun y Yuqi, quienes les saludaron, después se unió YeJi, con quién tuvieron que acordar algunos temas sobre visitas y demás para finalmente ir a la habitación perteneciente a los tres.

Entraron, viendo lo vacía que lucía al sólo tener los estantes vacíos y camas simplemente tendidas.
Tomaron las cosas de los más pequeños entre sus manos para poder ir donde los niños se despedían de sus amigos y cuidadoras, prometiendo regresar para las clases. Al parecer los mayores aún no habían discutido acerca de la escuela, por mientras dejarían que los más jóvenes siguieran sus estudios en el lugar, si todo salía bien entonces ya les buscarían escuela nueva.

—Bien pequeños, nos veremos pronto. Sean buenos y no den demasiados problemas a los Kang ¿Bien? —habló Yuqi con esa típica sonrisa maternal, como si entregara a su mayor tesoro a esos dos hombres que habían ganado la confianza de los más jóvenes.

—Sí, noona.

—Y ustedes —se dirigió a los hombres mayores— ¿Cuiden bien de ellos, sí?

—No se preocupe señorita Song, están en buenas manos —sonrió el mayor siendo consecuentado por
su esposo.

—Bien chicos, espero verlos el próximo lunes ¿Sí? —los tres pequeños asintieron, mientras se despedían con un abrazo de el matrimonio mayor. Ah, se sentía como una despedida aunque realmente todavía no era una de verdad, sólo se sentía bien ver cómo ellos comenzarían una nueva etapa, que esperaban les trajera un nuevo comienzo más adelante.

Después de despedirse todos subieron al coche con sus cosas, para colocar sus cinturones de seguridad (tal vez después ocuparían una sillita para Sunoo)
y partir a casa.

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⏰ Última actualización: Jan 29 ⏰

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