Los capítulos pueden llegar a ser o muy cortos o muy largos, dependerá totalmente de cuánta inspiración tenga para escribir.
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Yugo y Oropo se encontraban en las zonas heladas, acampando entre unos árboles de pino, abrigados con una frazada de lana.
—Te dije que era mala idea...—murmura Oropo, temblando del frío.
—¡Venga Oro! Solo será por unos días más, hasta que lleguemos a nuestro destino—trata de ser positivo, abrazando con fuerza a su doble y darle su calor.
Oropo se acurruca mas cerca—La próxima que digas para una aventura, sin darme ni una pizca de detalle del camino a seguir, te pateare el trasero.
Yugo se ríe, acomodándose para quedar cara a cara con su doble.
—Valdra la pena el golpe, si puedo seguir viendo tu adorable nariz rojita del frío—besa la punta de la nariz de Oropo, quien aprovecha la cercanía y le muerde la barbilla como venganza—¡Ay! ¡Oro!
—¡Te lo mereces!—regaña sin verdadero enojo, riéndose por la marca de dientes y acurrucándose una vez más—Ahora, quédate quieto que entra el frío.
Yugo rueda los ojos, cariñoso, besando su coronilla y arropando los mejor.—Tambien te quiero, Oro.
