Un Dofus contiene dos hermanos, un dragón y un selatrope. Fue inusual que nacieran tres; siendo dos selatrope y un dragón.
Siendo algo tan extraño que Qilby no sabía cómo proceder, o que pensar realmente sobre tal acontecimiento.
Rezo a la diosa, en busca de respuestas, pero como era usual; no dió ninguna señal.
Vuelve a dónde se encuentran sus hermanos, quiénes cuidaban a los recién nacidos, se voltean a ver cuándo llega, ansiosos de saber que le contesto su diosa.
—Por ahora, seguiremos el itinerario normal, no debería haber mucha diferencia con un bebé extra; confío en que los cuidarán bien.—sonrie, sin dar muchos detalles en su fracaso de búsqueda de respuestas con la entidad—Ahora, ¿Quien tiene hambre?
Si ni siquiera la diosa responde ante tal acontecimiento, tal vez signifique que no sea algo malo, inusual, pero no malo.
Pasan los años con calma y los bebés crecieron hasta convertirse en unos adorables chiquillos de 12 años.
Yugo fue el primero en nacer, siendo el más extrovertido y amante de la aventura; siempre inquieto y el que le ha dado unos dolores de cabeza a Qilby por su falta de interés en aprender.
Adamai el segundo, el hermano dragón y el más sensato, un poco inquieto pero mucho menos a comparación de Yugo; siempre detrás de los demás dragones, ansioso de encajar con sus mayores.
Oropo fue el último, el más retraído e introvertido a diferencia de sus hermanos mayores; es con quién más se pasa el día con Qilby, aprendiendo todo lo que el mayor quiera enseñarle.
Y a pesar de las diferencias, se la pasaban juntos cuando tenían el tiempo libre de estudios, jugando con los demás eliatrope o explorando los bosques.
Un día descubren que habían muchos más como ellos, la diosa y el dios dragón extendieron la raza, solo que esos eliatrope no tenían hermanos dragones y tampoco tenian un Dofus al cual volver cuando murieran. A pesar de eso, los seis (siete) principales estaban emocionados de tener a más semejantes; se encontraron y Qilby fue quien explico lo que necesitaban saber.
Pasa un tiempo más.
Se estabilizaron y construyeron todo un pueblo, viviendas, santuario y una gran biblioteca, quien el que la abastecía mayormente era Qilby, por la bendición que recibió al nacer por primera vez, capaz de recordar todas sus encarnaciones pasadas; aún se cuestiona si realmente fue un regalo o un castigo bien disimulado.
Los tres hermanos ya tenían sus bien cumplidos 25 años, listos para cargar con más responsabilidad. Bueno, tal vez los dos menores, Yugo se sentía bastante inseguro de ser capaz de lograr hacer el trabajo que le lleguen a dar.
—¿Que creen que les toque hacer?—pregunta Yugo, mirando a sus dos hermanos con una expresión sería.
Oropo y Adamai cruzan miradas por unos segundos.
—Creo que me encargaré de la biblioteca mientras Qilby se encierre en su laboratorio—responde primero Oropo, un poco inseguro, su maestro era un poco impredecible.
—Yo estaré con los demás dragones, así que tal vez no me toque mucho.—le sigue Adamai, rascando su nuca sin mucha preocupación.
—¡Chicos! Esto es algo serio—exclama ansioso Yugo—¿Y si nos dan algo mucho más difícil?
—¿Cómo...?
—¡Como enseñarles a los jóvenes eliatrope!
Un minuto de silencio.
—¿Eso es lo que te preocupa? Yugo, eres la persona más simpática que conozco, ¡Los niños te amarían!
—No mientas Oropo, Nina es mucho más agradable que yo.
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One-Short (YugoxOropo)
FanficLos capítulos pueden llegar a ser o muy cortos o muy largos, dependerá totalmente de cuánta inspiración tenga para escribir. Aviso: ¡Si no les gusta el Ship, por favor, retirarse y abstenerse de comentar su disgusto!