"NO COPIA, NI ADAPTACIONES SIN PERMISO DE LA AUTORA"
Un bailarín que aún no tiene la suerte de triunfar en el mundo del baile, accidentalmente tendrá el papel protagónico junto a Jimin
♡Portada realizada por: PilarQuintero5
♡Historia corta inspirada...
Jimin y Jungkook eran mucho más cercanos, incluso sus compañeros, siempre los molestaban por la proximidad que mantenían dentro y fuera del salón de baile. La química que desbordaban al bailar era impresionante, parecían cisnes en vuelo. El cuerpo delicado de Jimin se dejaba llevar por las manos de Jungkook y el pelinegro lo trataba como si de un adorno de porcelana se tratará.
Hoseok estaba más que feliz con ambos, siempre corregía uno que otro error pero nada de otro mundo. Desde el primer día se percató, que los jóvenes disfrutaban de la compañía del otro, por lo que muchas veces se iba a otro salón a ensayar con los bailarines de apoyo y los dejaba solos.
Toda la coreografía estaba completa. El castaño y el pelinegro practicaban cada vez que podían fuera de su horario. Ya sea en el salón, en su habitación, en algún parque.
Un día doming que les correspondía sus descanso, el pelinegro decidió invitarlo a una cita, según el solo como amigos.
El castaño quedó encantado, ya que el lugar era un parque, con una fuente hermosa.
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Jungkook primero lo invitó almorzar, luego pasaron por un café y terminaron tomando helado en el parque mientras metían sus pies en la fuente.
Jimin estaba maravillado con el pelinegro. Era un chico muy atento, amable, humilde, divertido, creativo. Siempre tenían un tema para conversar.
Ese dia, Jungkook le contó que vivía con su hermana menor y con su abuela ya que sus padre fallecieron cuando era una adolescente.
El castaño al notar que Jungkook se estaba poniendo sensible por el tema, lo invitó a bailar.
Jimin, con sus pies descalzos se metió en la fuente y luego invitó al chico. Jeon quedó sorprendido al principio, más si agarró la mano Jimin. El castaño puso la canción en su teléfono y lo colocó a unos metros donde se encontraban sentados.
Sus cuerpo solo se dejaban llevar por la suave melodía, ganándose las miradas de las personas que se iban acumulando, extasiados por sus movimientos.
Ambos no podían evitar sonreír, cuando se miraban a los ojos. Las manos de Jimin era muy delicados mientras que los de Jungkook eran definidos, ambos, se complementaban a la perfección.
Cuando la música terminó, se dieron cuenta que estaban rodeados de personas que aplaudían. Intentando recuperar el aliento por la movida coreografía, sonrieron mientras se miraban entre sí, cómplices de sus pensamientos.
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