El Discreto Y Su Acompañante

Inicio de algo raro, parte 2 (Introducción)

Narradora susurrando, con misteriosa música: los hechos acontecidos del día de ayer en la noche, por la casa de Gélida, todos los aldeanos quedaron asustados, confundidos y afligidos (miedo) por lo que paso, lo sucedido ya paso, pero la presencia y la alerta del sujeto se sentia algún rincón de la aldea, el sujeto no se sabe con exactitud si sigue ahí en la aldea, aunque estuviera o no, no se sabe sus motivos... y lo más importante, quién es y que es...?

¡Pero no hay tiempo de lamentos!

Narradora con voz normal, música normal: Los aldeanos llevaron a Gélida inmediatamente al hospital más cercano de la aldea, para curar sus heridas. Uno de los aldeanos contacto a la bruja de la aldea, una hechicera de alto prestigio de lugar, que ha vivido hace años con ellos y los trataban bien como familia. La bruja se presenta en frente de Gélida, mientras Gélida estaba inconciente en una cama de hospital.

Un aldeano quiso sostener el brazo de Gélida, Gélida debido a que tenía una rajadura larga en el brazo que se lo hizo el sujeto, quiso curarla con puntadas de aguja y hilo. Por reflejo, Gélida que pensaba por un momento que le estaban atacando de nuevo, se levanto rápidamente haciendo una lanza de hielo, apuntando el aldeano con enojadez:

Aldeano: asustado -¡GÉLIDA SOY YO, CARAMBA! Pero no te juzgo por lo que paso-. Gélida quedo viendo un rato a su alrededor y vio que estaba en el hospital de su aldea, ya analizando la situación, se sienta en la cama con mucho dolor y cuidado con su brazo con rajadura. Gélida tiernamente: -lo siento...- El aldeano suspiro por el malentendido y que al menos sabe que Gélida estaba mejor que ayer: -no te muevas, que te voy a coser el brazo por la rajadura larga que te hizo ese dragón... o intento de dragón, porque no era un dragón, yo que sepa, tal vez...-

Gélida da un brinco inesperado, nerviosa y con ojos confundidos: -a ver, a ver ¡¿me vas a coser?! ¿¡con todo y carne viva!?- traga saliva.

Aldeano: -si, porque?- reacciono -OH NO, no te me vas de aquí hasta que te haya cosido la rajadura Gélida, casi se te ve hueso!- realmente no. Gélida a saber que la van a pinchar el brazo izquierdo, intenta correr, pero el aldeano pone fuerte sus brazos y la resistencia en el brazo izquierdo de Gélida recostado en la cama. Gélida como niña pequeña que no se quería bañar, intentaba escapar, hasta que:

ríe la bruja con ganas de burlarse: -jaja Gélida, aún no sabes que a coserte el brazo izquierdo, te sentirás mejor, pero aún la experiencia de coser en tu carne viva del brazo, no es agradable...- sonriente -buena suerte!- Gélida grita de pánico por la aguja -es broma, es broma querida Gélida!- seria -querido aldeano, suelta a Gélida, le daré su regalo de cumpleaños-.

Aldeano: -regalo de cumpleaños?- sorprendido -pero...- la bruja de pronto con su hechiceria, saca su oráculo rapidamente, robusto de metal plateado y con un orbe en el centro del oráculo de color azul, brilla y hasta extiende brazo de Gélida, con una aura mágica, la cura por completo y instantáneamente. -o podemos hacer eso- decepcionado, suelta a Gélida rápidamente y ve que Gélida, fue a abrazar la bruja.

Bruja viendo al aldeano: -porque te depcecionas aldeano?- señalado a Gélida -Gélida esta bien-.

Aldeano: -¿porque nunca me has curado así de esa forma? Tu sabes que me encanta la hechicería, bruja, siento envidia-. La bruja se ríe del comentario del aldeano, amablemente: -cuando sea tu cumpleaños, te haré la mejor hechicería que jamás has visto!-. Aldeano con felicidad: -ya veo, esta bien bruja de la aldea- sonrisa.

Gélida abrazando a la bruja de la aldea, con felicidad: -aprecio que me hayas dado el regalo de cumpleaños en este mismo momento- reaccionado y mirando la bruja, curiosa -o no pensabas dejarme un regalo, y este fué el regalo de último momento?-. La bruja le sale una gota en la cabeza de nerviosismo por lo que dijo Gélida.