Descubriendo El Verdadero Amor. Deseos Y Un Cuento De Hadas

Corneille❤️

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❝<🌹 VERSIÓN EDITADA 🌹> ❞
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La bruja del continente del Norte, era una bruja que fue maldecida por sus malos actos y sus pecados. Fue apodada la bruja carmesí, la bruja sangrienta, la maestra titiritera, quien se caracteriza por vestir de pies a cabeza de un rojo intenso como la pura sangre, al igual que su cabello rojo y ojos rojos. Era temida por todo aquel que viera sus hazañas. Cornelia Tizan.

—Tanto tiempo sin vernos, Simón — dijo Corneille sonriendo maliciosamente.

—¿Qué haces aquí Corneille?— Simón la fulminó con una mirada furiosa.

—Vine a visitarte, ¿acaso no te alegra verme?

—En lo absoluto— Simón estaba enojado por su presencia.— Pensaba que jamás volverías de la muerte.

—Te lo dije, que en poco tiempo regresaría... Bueno, en realidad tardé cinco años exactamente — dijo Corneille.

Simón se sorprendió. Corneille se acercó a la baranda del jardín y observó la casa. Parecía bien cuidada, pero al mismo tiempo lucía desolada. Corneille sonrió lastimeramente y voltio a verlo.

—Parece que te falta algo.

A Simón se le acababa la paciencia.

—Deja de hablar y vete de una buena vez, ¿acaso es que  vienes a que acabe contigo nuevamente?

—Mmmm... Corneille puso un dedo en su Mejía y pensando en algo dijo:

—No, no vengo por eso. Solo vine a cumplir con una apuesta. Ella le sonrió alegremente.

—¡¿Qué...?! ¡¿Qué apuesta?! —Simón la vio con sorpresa y enojo.

—Escucha, esto es algo que he guardado por años— ella extendió sus manos y con su magia apareció una maceta mediana con un capullo de rosa.
—La dejaré a tu cuidado. Esto es algo que te pertenece y casi es tiempo de que la magia desaparezca. Podría seguir dándole de mi maná, pero...

Él observó el capullo y luego lo ignoró. <<¿Qué se suponía que era eso?>> Vio a Corneille y dijo:

—No importa que traigas o que apuestas hayas hecho. No quiero verte aquí.

—Está bien si lo tomas o no. Con esto he cumplido con mi parte. Vendré a verte en poco tiempo y sería bueno que la mantengas a salvo— con su magia dejó la maceta cerca de la puerta de la casa.

Antes de marcharse, lo observó y recordó su joven apariencia, delgado, pero fuerte, ingenuo, pero listo, con gran energía y agilidad. A corneille le brillaron los ojos al recordar esa batalla. Imágenes de Simón luchando le venían a la mente y en cuanto tuvo la oportunidad de acercarse a ella, él la atacó con toda su fuerza.

* (recuerdos)

Corneille bailaba y corría por todo el campo de batalla, se abalanzaba y disfrutaba matando y hechizando a todo el que se le pusiera enfrente. Sus pisadas ligeras se manchaban con la sangre de los caídos, pero Simón, quien observaba desde lo lejos, decidió acercarse con pasos ágiles. Él se movió sin que Corneille lo predijera y agitó su espada ante ella. Sin embargo, ella pudo esquivarlo sin problemas.

—¡Qué ágil eres, lograste alcanzarme!

Simón quiso apuñalarla, pero falló.

—¡¡Uhhh!! ¡Qué lástima...! Casi lo logras —ella sonrió y se alejó haciendo una maniobra.