Tiny Omega [YoonSeok]

3.

Advertencias: fluff e inseguridades uwu

el siguiente fic corto es una comisión encargada por alieeparadise, ¡muchas gracias por la confianza y paciencia!

Hoseok sabía que no debía quejarse mucho acerca de su vida. Es decir, él sabía que mucha gente estaba en peor situación que la suya, si lo comparaba fríamente. Ser un omega alto no era una gran desgracia considerando que había enfermedades, hambre y guerra en muchas partes del mundo. Si bien solía quejarse muchas veces, lo hacía sólo con sus amigos y más cercanos porque no quería verse como un amargado y exagerado. Él no era una persona desafortunada, aunque muy probablemente nunca tendría pareja y, por lo mismo, un bonito matrimonio. Ya se había resignado a jamás ser un "omega perfecto", pero a pesar de eso, trataba siempre de mirar las cosas buenas en su vida: unos padres que le querían y se preocupaban por él, una hermana que le hacía rabiar, amigos que le apoyaban en todo, y varios cupones de descuento en ramen en el supermercado más cercano a su casa. No todas las cosas eran malas.

Aunque había ciertas situaciones que le deprimían más de lo normal y le hacían lamentarse de su vida.

A él, personalmente, no le gustaba mucho lo dulce... Mentira, era un gran mentiroso, eso era lo que decía frente a otros, pues en el fondo, le gustaba mucho más de lo que dice que le gusta. En especial los helados, los disfrutaba demasiado, y a veces hasta tarareaba por la felicidad cuando probaba alguno de ellos. Lo hacía, por supuesto, a solas. Frente al resto debía mantener su imagen de omega depresivo y rebelde.

De cualquier manera, ese día se encontraba fuera de la heladería, pensando en pedir un helado triple y luego sentarse en una de las mesas a disfrutarlo. El problema apareció cuando, por la puerta, apareció una pareja romanticona y muy, muy adorable. El alfa, por supuesto, era guapo, delgado y muy, muy alto, mientras que el omega era más bajo y con una sonrisa que iluminaba su rostro. Se veían muy dulces juntos, y mucho más gracias a que cada uno cargaba con su propio helado.

No pudo evitarlo, y Hoseok pensó en lo dulce que sería tener a alguien con quien comer un helado. Alguien a quien darle helado y te lo recibiera con esa misma expresión de ánimo en su rostro. Debía sentirse bonito.

La ansiedad lo golpeó y, por lo mismo, volteó a ver otra vez el interior de la heladería, sin importarle el violento giro que hizo y lo mucho que dolió su cuello con eso. Su estómago se apretó en esa conocida sensación de que deseaba lo que ellos poseían, con millones de abejas asesinas golpeándole por dentro. Fue peor cuando volvió a mirar los helados y se dio cuenta de que se lo comería solo.

Ya no quería un helado. Sus ganas de tener uno se desvanecieron en un par de segundos.

―¿Hobi hyung?

Se sobresaltó al escuchar la repentina voz de Jungkook detrás de él, así que se volteó a verlo.

―Kook ―saludó, desganado y con mucho desánimo.