JUEGO DE GEMELAS [AU] JINTAE

17

Taehyung caminaba felizmente de la mano de su hija, quien se encontraba demasiado intrigada admirando los escaparates de las tiendas que aparecían frente a ellos mientras caminaban. Un olor a croissant y frutos dulces inundaba la calle que transitaban, y Taehyung comenzaba a pensar en llevar a comer a Minji a uno de los tantos restaurantes que rodeaban la zona, esto para recompensarla por haber aguantado su emergencia laboral y no pasar tiempo con ella.

Eunji veía los atuendos en los escaparates con atención, sin poderse sacar de la mente todos esos bocetos elaborados por su padre que había visto en el estudio y en la tienda. Se preguntaba cuanto le había costado llegar hasta donde se encontraba, y si de casualidad el trabajar diseñando trajes y vestidos de novia no le removía algo en su interior. Algo referente a su papá.

A su familia completa.

Y como Eunji estaba en Londres para todo, menos de paseo, mejor se dio prisa a encontrar las respuestas que la habían llevado hasta ahí, y a su hermana hasta Napa.

—¿Trabajar con tantos diseños de trajes y vestidos de novia no te hace pensar en volver a casarte? —Eunji soltó de repente, en medio de una inmensa calma y mientras Taehyung admiraba a un joven tocando saxofón en una esquina de la calle.

Taehyung rio con la pregunta de su hija, de forma nerviosa, claro estaba. Para él, mencionar o hablar sobre la posibilidad de casarse o platicar sobre su pasado amoroso, estaba medio prohibido. Namjoon lo sabía bien, su padre también lo hacía. Pero con Minji apenas y tocaba el tema, por lo que ni siquiera había podido decirle que prefería no hablar de ello.

—¿...o al menos no te hace pensar en la palabra con "p"? —dijo Eunji, intentando ser más directa. Taehyung soltó una risita y se detuvieron a mitad de la calle.

—¿Qué? —Taehyung estaba medio confundido. Aunque una parte de su sexto sentido empezaba a alertarle sobre la situación.

—En mi padre —respondió Eunji, y Taehyung se congeló. Pasó algo de saliva y después de unos segundos volvió a reír, esta vez más nervioso.

—Ah. Con que se trata de eso... —Tae sabía que el momento así llegaría. Simplemente, no se había querido preparar para ello.

Le había ocultado y hablado lo menos posible del tema a su hija por años, pero era completamente natural que la naturaleza curiosa de la puberta le hiciera preguntarse por su otro progenitor en algún momento.

Taehyung quería decirle que no había nadie más que ellos dos. Lo anhelaba. Y terminaría el asunto. Pero sabía que no haría bien.

—Pues en realidad no. Cuando me casé con tu padre no usaba un traje de bodas.

—¿Por qué no? —Taehyung estaba evidentemente incómodo con la plática, y Eunji lo notó, pero prefirió seguir adelante.

—¿Por qué de repente tienes tanto interés por él? —dijo Taehyung, intrigado. Pues en tantos años de vida, Minji jamás le había llegado con un interrogatorio como tal sobre su padre.