JUEGO DE GEMELAS [AU] JINTAE

27

La elegante familia Kim mantenía un almuerzo en armonía, todos sentados a la mesa degustando una exquisita comida acompañada de un buen vino.

Una Eunji ajena a los problemas de su hermana yacía sentada a la mesa, frente a su padre y abuelo, quienes conversaban de forma amena sobre trabajo. La mirada seria y penetrante de Namjoon fue percibida por la menor quien en un vistazo se dio cuenta que su mayordomo la observaba con curiosidad, para después sonreírle y desaparecer, en busca de otra botella de vino a petición del mayor de los Kim.

No podían culparlo. Namjoon jamás en su vida se había sentido tan sorprendido. Tenía años sin saber de esa chiquilla que ahora tenía frente a él, lo que le parecía absolutamente increíble y poco real a la vez.

Aún dudaba sobre la supuesta conversación con Minji, sin embargo, la conocía muy bien y después de contarle ligeramente de que trataba el asunto, algo en su interior le dijo que no mentía.

Namjoon había querido ver a Eunji desde siempre. Siempre había apoyado a Taehyung en sus decisiones como buen amigo que era, sin embargo en cuanto supo del acuerdo mutuo al que Seokjin y Taehyung habían llegado después de un doloroso divorcio, se había dicho a sí mismo de que esa sería tal vez, la última vez en que los vería a ambos, y hasta se había molestado con Tae. Se había despedido con pena y tristeza de Seokjin, el padre de las menores y el amor eterno de Taehyung, y había aguantado las lágrimas y tragado su nudo en la garganta en cuanto tomó a una pequeñita Eunji entre sus brazos, para depositarle un beso en la frente y dársela a Jin, para no volverla a ver jamás.

Hasta ahora.

El apuesto mayordomo llegó a la mesa después de algunos minutos, sirviendo algo más de vino en la copa del señor Kim, hasta que la falsa Minji, mencionó el querer probar un poco.

—¿Puedo tomar un sorbo? —dijo Eunji, mirando la copa de su padre. Namjoon alzó una ceja, intentando ocultar que no tenía idea de la verdad.

—No creo que sea de tu agrado —respondió Taehyung, para después entregarle su copa a su hija.

Eunji tomó la copa con maestría y procedió a ladearla levemente entre sus dedos, oliendo un poco de la bebida a continuación y llevándose la copa a la boca para probar un poco, dando un pequeñito sorbo que apenas y había mojado sus labios.

—En mi opinión, el aroma es un poco fuerte para un Merlot. Yo prefiero los vinos hechos con uva suave de California... —comentó Eunji, con total seguridad.

Dejando a su abuelo, su padre y a Namjoon, totalmente estupefactos.