Félix se ha librado del ambiente tóxico de su casa gracias a su hermano mayor, Chan. Félix tiene una fobia muy extraña hacia las personas de tipo fuego.
Hyunjin, es un alfa muy guapo y deseado, sin embargo, no se interesa realmente en nadie, pero ex...
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Los primeros rayos del sol entraban por la gran ventana del cuarto del chico que, ahora mismo, se veía demasiado tierno, tranquilo y cómodo en mis brazos, empecé a acariciar sus cabellos y dejar pequeños besos en su frente, sus pecas resaltaban mucho ahora que no las ocultaba con ligeras capas de maquillaje, y su olor... Por dios, el olor dulce a brownies me estaba volviendo loco, es delicioso, no, exquisito.
Poco a poco los lindos ojos azules de mi acompañante se empezaron abrir, y pude sentir mi corazón latir como loco cuando sus brillantes ojos me miraron.
-Buenos días- dije embelesado con su belleza, él susurró lo mismo y se abrazó más a mí- ¿Qué haces?- pregunté curioso.
-Tu aroma- dijo hundiéndose más en mi pecho.
-¿Te gusta?- asintió- a mí también me gusta el tuyo- dije levantando su rostro y acto seguido darle un pequeño beso en cada mejilla, él se sonrojó.
-Vamos a desayunar- dijo el pequeño ángel, yo asentí y lo cargué como si fuera un koala, él al principio se quejó, pero al final se abrazó a mí con fuerza y enterró su cabeza en mi cuello.
Cuando llegamos a la espaciosa cocina intenté sentarlo en la isla, y digo intenté, porque al sentarlo desató sus piernas, pero no sus brazos, estos se quedaron alrededor de mis hombros y su cabeza en mi cuello.
-Lixie...-dije- ¿Puedes soltarme?-dije con mucha calma, enternecido por el pequeño chico que solo me apretó más hacia él- Fefi, tengo que preparar el desayuno- dije tranquilo
-Pues no hagas desayuno-dijo haciendo un notable puchero- quédate así- dijo en modo de súplica apretándome más hacia él.
Enternecido por los inocentes actos del omega, unas enormes ganas de besarlo se instalaron en mi pecho; pero no quiero que mi primer beso con esta lindura sea por un tonto impulso, tengo que controlarme.
-Lindura...-dije calmado-si no te bajas sufrirás las consecuencias- él se rio un poco- tienes tres segundos- no se movió ni un poco- uno... Dos...¡Tres!- dije y empecé a hacerle cosquillas, inmediatamente él se soltó, pero yo seguí. El hermoso sonido de su tierna risa es un sonido que desearía escuchar en todo momento.
Felix deslizó hacia atrás, por suerte logré agarrarlo por el brazo, y en mi intento para que no cayera lo atraje hacia mí, sin embargo, yo deslice, por el suelo, que estaba resbaladizo, terminando los dos en el suelo.
-¡Hyunjin!-dijo exaltado- ¿Estás bien?, ¿Te hice daño?- dijo aún encima de mí, yo realmente estaba bien, soy un alfa fuerte, sin embargo, esta situación empezaba a gustarme.
-¡Lixie!, me lastimaste, me duele el pecho, ¿Podrías revisar?- dije con una bien fingida cara de dolor.
-¡Claro!-dijo y se alejó un poco, levantó mi camisa y no pasaron cinco segundos cuando la volvió a bajar- ¡En el baño hay un espejo míralo tú mismo!- dijo poniéndose todo rojito.
-¿Por qué?, ¿No puedes hacerlo por mí?-dije con tono de súplica.
-Es que... ¡No!-dijo con mucha vergüenza.
-¿Por qué?-dije.
-Porque no, y ya está, ve a curarte- dijo avergonzado.
-De acuerdo- me levanté del suelo y le acaricié la cabeza.
-¿Qué esperas?-dijo mirándome con reproche.
-Era broma, no me duele- dije y él me miró con un puchero enfadado- ¿Quieres ver?
-¡No, gracias!- dijo alterado.
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Después de molestarlo un poco más, preparar el desayuno y comer, decidimos prepararnos para ir a la universidad. Fue rápido, el tiempo pasaba volando cuando estaba a su lado. En menos de lo que pensaba, ya teníamos que irnos. Mi coche estaba aparcado muy cerca de su casa. Salimos, Felix cerró la puerta con llave y sonrientes, nos dirigimos al coche.
Antes de ir a la Universidad, decidí pasar por mi casa a buscar mi mochila, la cual había dejado en esta.
Cuando llegamos mi querido ángel se sorprendió, mi casa era grande y lujosa, no podía negarlo. Le di un pequeño beso en la frente y le dije que esperara un momento en el que yo buscaba mis cosas. Fui y volví lo más rápido que pude.
Mientras me sentaba en el asiento delantero, noté que Fefi estaba pensativo, pensé que algo malo podría estar pasando, ante ese pensamiento, por primera vez, mi lobo aulló de dolor. Quedé paralizado por un momento, mi lobo nunca había reaccionado ante ningún omega antes.
-¿Pasó algo?- pregunté saliendo un poco de mi trance.
-¿Ah?- dijo él, saliendo también de sus pensamientos.- Solo me preguntaba algo.
-¿El qué?- pregunté intrigado, comenzando a manejar el auto.
-¿Que te hizo venir corriendo ayer a mi casa?, y ¿Por qué de repente preguntas sobre Chan?- dijo algo tímido, como siempre. Me quedé callado, que podía responderle, me decidí por la verdad.
-Ayer mientras caminaba con Minho vi como Chan se confesaba a Seungmin- dije, él solo me miró esperando por más.- Mucha gente piensa que tú y Chan sois novios, yo también. Por eso pensé que estaba jugando contigo y sentí la necesidad de contártelo, pero veo que estaba fuera de contexto.-dije avergonzado.
-Pff- lo miré de reojo, creo que nunca me cansaré de escuchar su sonrisa, de ver sus lindos ojos achicarse, de ver sus perfectos dientes, sí, definitivamente, nunca me cansaría.
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